EVASIÓN DEL SILENCIO por Tania Romero

Vivimos en un mundo en el que el poder más terrible es el ruido.
El silencio es el lujo más caro. Los niños tienen terror al silencio,
pero los mayores también. Por eso nos ponen música en los ascensores.”

(George Steiner).

Parece que estamos acostumbrados al ruido, a las conversaciones, siempre escuchando algo, o nosotros como emisores de sonidos, pero en este momento que me encuentro aquí, sentada escribiendo en mi computadora me doy cuenta que mi mente sigue atenta a cada sonido, es como una cacería sonora, cuando empieza a percibir silencios comienza a buscar fuentes de sonido, ¿por qué no puede estar tranquila ante tan exquisito silencio?

Y entonces me doy cuenta que no puedo silenciar aquellas voces que hay en mi mente, en mis pensamientos, me doy cuenta que el silencio que me regala mi entorno solo es un obsequio para dejar fluir esas voces que no suelo escuchar a menudo, cada idea y sentimiento genera un pensamiento que estalla en mi mente y tiene su propia voz. Será esta la razón del por qué la gente esta tan a acostumbrada al ruido, prefieren evadir esas voces internas con sonidos que les son ajenos, tal vez sea un sentimiento de miedo.

Pero el silencio es ese momento en el que tenemos la oportunidad de reconocernos, de identificar esas ideas a las que no les damos el tiempo de fluir, por eso la noche está llena de personas con insomnio, es cuando nos desconectamos y enajenamos de todos esos aparatos y ruidos que ocupan nuestra atención a lo largo del día, en cambio la noche está llena de silencio, tal vez haya pequeños sonidos, como el canto de grillos o ladrido de perros, pero al conectar con nuestros sonidos internos, pasarán desapercibidos, esas voces unidas con imágenes reales o ficticias pero que al final nos hace liberarnos y autoconocernos, y cuando nuestras voces internas estén silenciadas creo que será el reflejo de una armoniosa conexión de nuestro interior con el exterior, que al fin nuestros demonios han encontrado paz, nuestra paz.

Tania Romero

EL SILENCIO COMO EXPERIENCIA INTERIOR Y EXPRESIÓN ARTÍSTICA EN TORNO A LA MUERTE por or Sofía Boonil

  1. Un viaje al fundamento

Algo que es inherente a la vida como proceso natural, pero que, sin embargo, resulta complejo y doloroso de hablar, es la muerte: esa experiencia que en particular llevó al ser humano, en sus orígenes, a reconocer los límites de su conciencia y su razón de ser. La incertidumbre frente al duelo, en la esperanza de recobrar lo perdido y el desengaño contínuo ante la realidad de que todo lo que vive absolutamente finaliza, fue quizá insoportable. Fue, probablemente, el profundo miedo a la finitud, lo que condujo a la creación de la expresión creativa de un concepto religioso fundado en una profunda convicción sobre la supervivencia del alma.1

El ser humano percibe la muerte como una catástrofe, cuyo horror la encarna en un problema que configura su vida. Esta honda conciencia contribuyó definitivamente a fabricar posteriormente un mecanismo mítico y mágico con el propósito de afrontar, superar y resolver la muerte para integrarla a la existencia.2

Reproducción del «entierro floral» de la Cueva Shanidar

La muerte, como tema de extensa envergadura la hallamos intrínseca en la cultura humana y prehumana (Homo naledi y homo Neandertal).3 Sus múltiples representaciones revelan los más profundos significados, cuyas raíces más hondas se encuentran en los orígenes de la humanidad y nos alcanzan hasta hoy día. Los humanos no sólo desarrollaron rituales religiosos, sino también otras formas creativas que se expresaron en estructuras arquitectónicas y esculturales. Prueba de esto son los dolmen o tumbas de sepulcro colectivo, templos, filas de piedra y círculos del período neolítico que van del año 4000 al año 2000 a.c.1 También se sabe que la especie del Homo Sapiens de Cromañon enterraba personas en cuevas y cubrían los cuerpos con ocre rojo y los decoraban con brazaletes y collares de dientes de animales, herramientas y ornamentos. El rojo ocre pudo haber representado la sangre de la vida. Nuestra herencia prehistórica incluye la amplia presencia mundial de huellas de manos de color ocre rojo presentes en Australia, África, América del Norte y del Sur, Alaska y hasta la Patagonia. Hemos estado utilizando fuego durante por lo menos dos millones de años, por lo que las conexiones entre los mamíferos de sangre caliente y el fuego conducen fácilmente a una fusión donde el rojo es un color que simboliza la vida. 4

 


Magdalenian burial site, via Renee Garcia, Anthropology, http://www.saddleback.edu/faculty/rgarcia43/Anth9.ht

El miedo a lo inevitable es evidente. La antropología muestra que, en todas partes, los muertos han sido objeto de prácticas que corresponden a creencias relacionadas con su supervivencia y existe también una área de inquietud, de horror a la finitud, de terror a la descomposición del cadáver y dolor provocado por el óbito. Una aguda aflicción provocada por la pérdida de la individualidad, pero que, en cierto modo, también aporta sentido y propósito a nuestro aliento. El trauma a la muerte, se encarna en ese espacio ambiguo que separa: la conciencia de la muerte, de la aspiración a la inmortalidad. Gilgamesh es un ejemplo de esto.2 También lo es el mito de Orfeo o la travesía de Dante por el infierno, que ilustran las antiguas actitudes hacia la muerte y muestran la aflicción provocada por el óbito. En relación al duelo, se sabe de las plañideras (palabra que proviene del verbo plañir, es decir, sollozar), mujeres contratadas para llorarle al difunto en los velorios, pues se creía que los llantos que emitían limpiaban el alma del difunto.5

A través de la historia, la sociedad externó y significó sus emociones hacia la muerte propia y de otros, mientras que ahora el expresar esas emociones se ha convertido en un tabú que va mucho más allá de acallar el duelo. El dolor es algo que ahora se vive en la esfera de lo privado.

  1. Las huellas de la guerra

Tras el genocidio y el horror provocados por la guerra deviene un influjo sobre las formas en que la memoria colectiva actúa para sobrevivir. Y el arte, creo, tiene el potencial de formar un rol importante en ese sentido. En la historia se ha visto que tras terribles atrocidades, la sociedad transita por un proceso de duelo colectivo, cuyo impacto es reflejado en la producción cultural. Un ejemplo de esto es el silencio que doblegó a Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Fue evidente esa ausencia en la producción cultural cuyo silencio obviaba el insondable duelo manifiesto por la brutalidad de la guerra.6 Incluso algunas   imágenes cristalizaron ese proceso de duelo público y se volvieron “emblemas del sufrimiento, como la instantánea del niño en el gueto de Varsovia en 1943, con las manos levantadas, arreando al transporte hacia un campo de exterminio” 7(Sontag, 2010, p. 137).

 

Niño en el gueto de Varsovia en 1943

Posteriormente en el aspecto de la creación cultural, tras la devastación de la guerra, surgió una aguda necesidad de nuevos referentes, motivaciones, direcciónes y formas de expresión que derivó en acción, rebeldía, transformación, creación, reflexión e innovación, es decir, en una ruptura de lo que las artes habían sido hasta entonces. Los diversos testimonios revisados por Sánchez Durá de los soldados que estuvieron al frente de batalla, revelan que dependían de la escucha para identificar vivos, heridos o muertos e incluso para sobrevivir de bombardeos. Ellos regresaron de la guerra con una concepción diferente del mundo donde su sentido auditivo fué crucial para comprender la realidad y responder a ella. Lo que después derivó en una estética de lo sonoro y de la escucha.6

 

Este es un clip de un documental sobre dada, https://www.youtube.com/watch?v=fkl92oV1kMc

Los dadaístas evidenciaron la irracionalidad y la incoherencia con que el lenguaje fue empleado a favor de la guerra. Ellos se valieron de esa insensatez para expresar, sarcásticamente, su preocupación hacia la conflagración, dislocando la lógica formal del lenguaje y arrebatándole su sentido funcional para convertirlo en unidades de sonido. Fue en el Cabaret Voltaire en 1916 donde varios artistas con intereses afines comenzaron a reunirse, ahí surgió el dadaísmo. Los artistas exploraban el sentido tonal del lenguaje despojándolo de su significado y usándolo como entidades resonantes. Elaboraban poesía sin sentido léxico o gramatical, era más bien un interés sonoro lo que les provocaba la exploración. La interdisciplina comenzó a tener fuerza pero no se tergiverso la búsqueda en torno al sonido y al silencio como objetos de investigación que resultó también en nuevas manifestaciones plásticas posteriores que fueron antecedentes del happening como los recitales poéticos de Francis Picabia o Roger Vitrac autor de Poison (A Drama Without Words, 1923). Fue entonces que se comenzó a hablar de lenguajes en el arte.6

 

Broom: An International Magazine Of The Arts, Volume 5, Number 4, November 1923

Simultáneamente en 1923 Alfonso Reyes convoca a realizar un tributo al poeta Mallarmé, en el que el silencio es llevado a la acción volviéndose un antecedente histórico del arte sonoro y los happenings.

  1. El silencio en las artes visuales

En 1912 se publicó De lo espiritual en el arte, de Wassily Kandinsky, en el que plantea un esquema teórico en relación a la simbología del color, de donde retomo sus ideas en torno al negro y al blanco. “El blanco, que a veces se considera un no-color… es el símbolo de   un mundo en el que ha desaparecido el color como cualidad o sustancia material… tan por encima nuestro que ninguno de sus sonidos nos alcanza, de él sólo nos llega un gran silencio que representado materialmente semeja un muro frío e infranqueable, indestructible e infinito. Por eso el blanco actúa sobre el alma como un gran y absoluto silencio. Interiormente suena como un no-sonido… No es un silencio muerto sino, por el contrario, lleno de posibilidades. El blanco suena como un silencio que de pronto puede comprenderse. Es la nada primigenia, la nada anterior al comienzo, al nacimiento. Quizá sea el sonido de la tierra en los tiempos blancos de la era glacial…”(Kandinsky, 1979,p.73).

Robert Rauschenberg 1951 White Painting At New York

Más tarde en 1951 Robert Rauschenberg crea sus White Paintings en la tradición de la pintura monocromática, cuyo propósito era reducir la pintura a su naturaleza más esencial, y conducir ulteriormente a la posibilidad de la experiencia pura. Las White Paintings fueron exhibidas en 1953 en una galería de Nueva York, donde John Cage tuvo la oportunidad de verlas.9 El mismo Cage, quién se vió profundamente impactado por la obra, declaró que fue después de haber presenciado las White Paintings, que surgió su pieza silente 4’33’’ interpretada por vez primera en una sala de conciertos en Nueva York en 1952 por David Tudor. En ese momento Cage, puso en evidencia la composición musical improvisada que se deriva de su escucha. Finalmente la pieza 4’33’’ resultó en un importante viraje para el desarrollo del arte sonoro y la música experimental del S.XX. 6

John Cage’s 4’33’’, 1952, A cargo de William Marx. https://vimeo.com/49738079

Pero Rauschenberg no se detuvo ahí, también produjo su serie de Black Paintings y en 1953-54 se trasladó de las White Paintings y Black Paintings a la serie de Red Paintings, que fueron creadas con diversos tipos de pintura roja y diversos materiales como madera, clavos, papel de periódico y otros materiales sobre el lienzo que ya eran precursores su conocida serie Combine. 9

Robert Rauschenberg, Untitled [four-panel black painting], 1951

Robert Rauschenberg, Red Import (a la izquierda) y Red Interior (a la derecha), ambas piezas realizadas en 1954

Si bien, Rauschenberg no es el único en haber explorado estos pigmentos, me ha llamado la atención que antes de saltar en su producción a otra cosa, haya pasado previamente por estas coloraciones que encuentro simbólicas del blanco, el negro y el rojo. Kandinsky menciona que “la otra gran antinomia se basa en la diferencia entre el blanco y el negro, los colores que producen la otra pareja de tonos clave: la tendencia a la claridad o a la oscuridad” (Kandinsky, 1979, p.65) pero no sólo en un sentido literal: “El sonido interior del negro es como la nada sin posibilidades, la nada muerta tras apagarse el sol, como un silencio eterno sin futuro y sin esperanza. Musicalmente sería una pausa completa y definitiva… El negro es apagado como una hoguera quemada; algo inmóvil como un cadáver, insensible e indiferente. Es como el silencio del cuerpo después de la muerte, el final de la vida. Exteriormente es el color más insonoro” (Kandinsky, 1979, p.73 y 74). Del color rojo describe adjetivos como calidez, vibración incandescencia, riqueza y diversidad tonal cuya correspondencia musical sería un sonido insistente, irritante y fuerte. Es decir lleno de vida.8 Aquí vemos que la simbología del color pudiera tener relación con una noción de asociaciones de carácter colectivo en lo que se refiere al blanco, al negro y al rojo.

  1. La negritud

Aunque la oscuridad y la luz no existen la una sin la otra, a diferencia del blanco o el rojo, encuentro que el negro tiene una referencia más constante en relación al silencio y la analogía con la muerte. El negro se vincula con conceptos como el no ser o la nada. Según el génesis el negro es el color primario y fundamental, «la tierra estaba vacía, y la oscuridad estaba sobre la superficie del abismo» (Génesis 1.1–5).10 En este tipo de ideologías se tiende a una radicalización polar de significar el blanco (luz/vida) como el bien y el negro (vacío/muerte) como el mal. El negro, es un color que alude a la noche, al vientre materno, al misterio de la mente subconsciente, a la muerte, o a la nada originaria del todo… Pero no nos sería posible percibir la negritud si no fuera por la luz que absorbe, o que incluso proyecta, como lo define Pierre Soulages al referirse a sus obras negras que nombra outrenoir, » Mi instrumento no es el negro, sino la luz reflejada del negro… un color y un no-color, cuando la luz se refleja en el negro, la transforma y transmuta».11 Sus pinturas son conocidas por su profundidad negra y la textura que rompe con la uniformidad del negro atribuyéndole tonalidades, escalas de silencio.

Pierre Soulages, Peinture 309 x 181 cm, 12 décembre 2013, Acrylic on canvas

Ad Reinhardt aborda más bien, en sus Blacks Paintings, el concepto del vacío pleno del ser en el budismo. En la homogeneidad de un formato de nueve cuadrados iguales recubiertos de color negro en los que sólo cambia casi inaudible el matiz de cada cuadro, toda forma desaparece en una reducción monocroma.12

Ad Reinhardt, Black Paintings 1960

El negro sin textura, sin formas, ni matices, ni brillo, un negro casi absoluto e imaterial. Un negro puro, quieto, profundo, absorbente, inmóvil. Este tipo de expresión remite a los inicios del arte abstracto, cuando kandinsky hablaba de la espiritualidad y de la emoción pura del color. En el arte abstracto las apariencias no eran lo relevante sino el sentido místico emocional de la búsqueda por la espiritualidad interior.13 En 1915, en la última exposición futurista de pinturas llamada Suprematismo 0.10, en San Petersburgo, Kasimir Malevitch colgó su obra en la esquina superior de la habitación que tradicionalmente se reservaba en Rusia a los iconos religiosos, y tiempo después aclaró: «No era que yo estuviese exhibiendo un lugar vacío, sino el sentimiento de la ausencia del objeto»14.

Kasimir Malevitch, Cuadrado negro sobre fondo blanco 1915, San Petersburgo, Rusia.

Cuando la pieza carece de representación, su sentido simbólico cambia y adquiere un significado donde la ausencia es la esencia, la nada, una espacio vacío para ser contemplado y significado. El negro expresa silencio, ese silencio arroja una pregunta, una sombra que acoge una intimidad enigmática pero que incita a la luz del pensamiento. En las instalaciones que James Turrell llama Dark Space, crea atmósferas en las que el espectador es confrontado para descubrirse a sí mismo y converger en el silencio de la negritud, para poder cruzar con todo lo que ésa vacuidad provoca y sumergirse en la luz.15 Antagonismo que, entre la materialidad del espacio y la espiritualidad de la luz, crea una dimensión en la que la oscuridad, el vacío y la ausencia conducen a una interiorización presente.

James Turrell, Roden Crater, 1977                 James Turrell, Ronin, 1968

Pero la oscuridad también revela nuestros temores. Un pánico que quizá también se manifestó desde las épocas en las que aún no se había descubierto el fuego. La oscuridad además posee un universo lúgubre. El inframundo es oscuro, aterrador y siniestro como lo relata la hazaña de Dante. El tenebroso infierno era representado con los más terribles escenarios fúnebres y luctuosos, en los que la luz no tenía cabida. La oscuridad era una oscuridad del mal. Y así, la noche, vestidos de indefensión alguna, nos envuelve desamparados frente a los peligros de las sombras deambulantes y monstruosas. En la inconsciencia del sueño uno puede ser víctima de alguna atrocidad perturbadora y morir para siempre en manos de fantasmas perversos y malignos. El íncubo o La Pesadilla de Johann Hënrich Füssli, cuando fue expuesta por primera vez, en 1782, provocó una gran perplejidad, lo que le consagró como el pintor de lo extraño y de lo sobrenatural. Todas estas ideas reposan sobre la oscuridad de la noche cuando los engendros abominables aprovechan para atacar a sus presas, simbolizando el caos y la muerte.16

Johann Heinrich Füssli, The Nightmare, 1790−1791

  1. Conclusiones

“Es únicamente un presentimiento que el espíritu no se arriesga a mirar, pues se pregunta si la luz es sólo un sueño y el… negro la realidad.” -Sobre el blanco y el negro. Wassily Kandinsky

Quizá como un llamado a la reflexión en relación al silencio y la muerte, desde el trabajo que han realizado diversos artistas para meditar sobre “ese” lugar que es la noche, o sobre la luminosidad que alumbra el pensamiento, para cavilar sobre una naturaleza interior indescriptible, me abrazo. No en la esperanza sino en un reconocimiento de lo que no se explica. De súbito, un día, abandonamos esta existencia permanentemente. Nada es para siempre. Pero la muerte sí lo es. Al menos para nosotros los vivos. En esta investigación descubro que el arte es un continuo transcurrir del fragmento, de la fragmentación del cuerpo del registro histórico subjetivo y colectivo sobre esa noción de la ausencia silente. No como una dispersión sino como un muestrario de lo que hemos llegado a concebir como conjunto. Un espaciamiento de una temporalización que no se puede conocer. En ese silencio quieto, que no es el de la muerte en sí sino advenimiento continuo de la presencia del “no ser”, como aquello que habla desde el no tiempo, desde el no lugar de la muerte, desde la imposibilidad expresada; un “algo” que de alguna manera conocemos, y que tememos, y reconocemos, pero que no es ni será… sino un pasaje a la atemporalidad, aquella que podemos imaginar mediante el arte. Una especie de encarnación del silencio. Una tierra de nadie y de todos, un silencio de ruina dominante, de serenidad y de encuentro entre unos y otros, los que siempre hemos sido y seremos en una constante ola que nos separa de nuestra individualidad para dar origen y continuidad a la colectividad. Porque así llegamos a ser nosotros: heredando una gran historia, llena de pequeñas pérdidas, dolores, amores, pasiones, creaciones… El arte serviría entonces como una suerte de ejercicio de mediación que nos ayudaría a los humanos a “digerir” el trauma ocasionado por ese silencio permanente que llamamos muerte. Todos somos un pedazo de humanidad, y el arte puede hacernos conscientes de nuestra vulnerabilidad.

There is just one art.

There is just one museum of fine art.

There is just one art history, one art evolution, one art progress.

There is just one aesthetics, just one art idea, one art meaning, one ART principle, one art force.

There is just one truth in art, just one form, one secrecy.


There is just one artist always.

There is just the artist in the artist as the artist-as-artist.

There is just the one art process, the one art invention, the one art discovery, the one art routine.

There is just the one art-work, just the one art-working, just one art non-working, just one ritual, one attention.

 

There is just one side, one way, one freedom.

There is just one edge, one framework, one ground, one existence, one fabric, one focus. There is just one problem, one task, one obligation, one struggle, one victory, one discipline.

There is just one negation, one value, one symmetry, one monochrome, one touch, one energy, one shape.

 

There is just one method, one manner, one interlace, one overall, one overlap, one order, one rule, one thought, one spontaneity.

There is just one shape, one square, one execution, one transcendence.

There is just one materiality, one density, one presence, one absence, one disembodiment.

There is just one simplicity, one complexity, one spirituality, one uselessness, one meaninglessness.

There is just one statement, one technique, one texture, one importance, one silence, one texturelessness.

There is just one reason, one means, one emptiness, one irreducibility, one END.

 

There is just one art-morality, just one art-immorality, one art-enemy, one ART-indignity, one ART-punishment, one ART-crime, one ART-danger,

one ART-conscience, one ART-guilt, one ART-virtue, one ART-reward.

 

There is just one art, one artlessness, one painting, one painterlilessness, one effortlessness. There is one difference, one sameness, one consciousnessness, one nothingness, one rightness, one indivisibility, one diversity, one essence, one finess.

There is just one thing to be said, just one thing that cannot be said…

 

There is just one painting everytime.

There is just one direction, one directionlessness, one form, one formlessness, one formula, one formulalessness, one formulation.

There is just one image, one imagelessness, one plane, one depth, one flatness, one color, one colorlessness, one light, one space, one time.

 

There is just one repetition, one destruction, one construction, one dissolution, one evanescence, one abstraction, one rhythm.

There is just one qualitylessness, one object, one subject.

There is just one style, one stylelessness, one matter, one sequence, one series, one conviction, one tradition.

There is just one participation, one perception, one invisibility, one insight.

Ad Reinhardt, Poor Old Tired Horse, no. 18 (no date)

 

Bibliografía

1.(Funerary art in megalithic culture, essay by Elizabeth Nay-Scheibler, Alemania Occidenta, del libro Arte Funerario del Coloquio Internacional de Historia del Arte, Volumen II, UNAM, Edición de Louise Noelle 1987, México, F.)

2.El Hombre y la muerte, Eduardo Morin, Barcelona, Editorial Kairós, 1994

3.Homo nadeli es un homínido extinto del género Homo, que fue descubierto en 2013 en una cueva de lo que ahora es Sudáfrica… las características anatómicas lo sitúan en las raíces de los primeros Homo… Hay algunos indicios de que los individuos pueden haber sido colocados deliberadamente en la cueva cerca del momento de su muerte… El profesor Lee Berger de Wits University Sugiere que «estos individuos eran capaces de comportamiento ritual»… Se especula que la colocación de cadáveres en la cueva era un comportamiento ritual, un signo de pensamiento simbólico.

https://en.wikipedia.org/wiki/Homo_naledi     http://www.bbc.com/news/science-environment-34192447

En las tumbas más antiguas del Neanderthal en la cueva Shanidar, Ralph Soleckien en 1960, encontró el esqueleto de un hombre adulto acostado en posición fetal parcial. Se reunieron muestras de suelo para analizar el paleoclima y la historia de la vegetación del lugar y descubrieron grupos enteros de polen de flores con propiedades medicinales, además del habitual polen encontrado en todo el sitio, lo que sugiere que las plantas enteras con flores habían sido depositadas en la tumba hace 16.000 años. Lo que apunta a una actitud ritual hacia el entierro. (THE HUMAN OCCUPATIONS OF EL MIRÓN CAVE (RAMALES DE LA VICTORIA, CANTABRIA, SPAIN) DURING THE LAST GLACIAL MAXIMUM/SOLUTREAN PERIOD,

Lawrence Guy Straus, Manuel González Morales, Ana Belén, Marín Arroyo y María José Iriarte Chiapusso, Espacio, Tiempo y Forma, Serie I, Nueva época Prehistoria y Arqueología, t. 5, 2012, pp. 413-426, ISSN: 1131-7698   http://revistas.uned.es/index.php/ETFI/article/viewFile/5351/10378)

4. Use of red ochre by early Neandertals, By Wil Roebroeks, Mark Sier, Trine Kellberg Nielsen, Dimitri De Loecker, Josep Maria Parés, Charles E. S. Arps and Herman J. Mücher, Edited by Richard G. Klein, Stanford University, Stanford, CA, 2011

5. https://www.belelu.com/2013/10/las-planideras-y-el-arte-de-llorar-penas-ajenas/

 http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/03/130228_cultura_taiwan_planidera_profesional_jg

https://es.wikipedia.org/wiki/Pla%C3%B1idera

6. ESPACIOS RESONANTES: DEL PAISAJE SONORO DE LAS TRINCHERAS A LA ESCUCHA DEL SILENCIO EN ALFONSO REYES Y JOHN CAGE, Rocío Garriga Inarejos, ESPACIO, TIEMPO Y FORMA, SERIE VII HISTORIA DEL ARTE (NUEVA ÉPOCA) o 4, REVISTA DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA, UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA, MADRID, 2016.

7. Ante el dolor de los demás,Susan Sontag, Barcelona: Círculo de Lectores, 2010, 137.

8. De lo Espiritual en el Arte, Wassily Kandinsky, La nave de los locos, PREMIA editora,

https://gabrielagarbo.files.wordpress.com/2010/01/30760245-kandinsky-vassily-de-lo-espiritual-en- el-arte-pdf.pdf

9https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Rauschenberg#The_White_Paintings.2C_Black_Paintings.2 C_and_Red_Paintings

 10. Génesis 1:1-5 Reina Valera Contemporánea (RVC), La creación, Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas
 https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+1%3A1-5&version=RVC

 11.http://www.randian-online.com/np_event/pierre-soulages/#

 12. Ad Reinhardt, Abstract Painting, by Nancy Spector, Solomon R. Guggenheim Museum, New York By exchange, 1993, COLLECTION ONLINE, https://www.guggenheim.org/artwork/3698

13. HERnándEz-NAVARRO, A.: «El cero de las formas. El Cuadrado Negro y la reducción de lo visible», Ima- fronte, n.o 19–20, (2007–2008), p.125; VEgA, A.: Zen, mística y abstracción. Ensayos sobre el nihilismo religioso. Madrid, Trota, 2002, p. 35.

14. MAlEVICh, K.: The non objetive world. Chicago, Paul Theobald and Co., 1959, p. 68.

15. A Turrell Dark Space is an enclosed room with no seemingly perceivable The concept of a Dark Space is not about what one is supposed to see but the experience of what Turrell describes as “seeing yourself see.” http://jamesturrell.com/work/type/dark-space/

16. EL VACÍO ILUMINADO DEL NEGRO, Alicia Sánchez Ortiz, ESPACIO, TIEMPO Y FORMA, SERIE VII HISTORIA DEL ARTE (NUEVA ÉPOCA) N.o 1, REVISTA DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA, UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA, MADRID.

Sofía Boonil

DELIRIO – ESCUCHA – MORATORIA SILENTE por Nora Flores

1. Delirio.

Aquí vamos.

N

(Le maneja lo que viene siendo el delirio).

Ingredientes:

a) Escucha. Shhh… Se abren los mundos del mundo mudo tú suenan los otros.

b) Sonido.Respirar, exhalar, el primero. ¿Ya escuchaste ladrar los perros?

c) Silencio. Uno mismo bajo el agua, bajo fondo. Ahí todo es transparente

d) Lenguaje: El que teje, caminante, el que enreda, el que escupe. ¡Lotería!

e) Guerra.Ahhh… Agghhh Rattttt aaaatttttaaa.a luz, ráfaga, rojo. Perdimos la señal, el viento-pólvora, viento cadáver. ¿Dónde nacerán las flores? Le duele,me duele, nos pisa nos pudre.

f) John Cage. Líneas corren paralelas, tiempo que canta que discurre sin prisa. La nota es ahora nota.

g) Alfonso Reyes.Uno de piedra, cuadrado raíz que suena a presente, tiempo en el segundo que fue

h) Raíz.(… … … …) Aquí están los que fueron, siendo son. En la cabeza se disemina, es espora la memoria,todo lo abarca, todo lo contamina, todo lo vuelve a formar. De barro camina, de barro traiciona, encantadora la palabra, arrugada la frente.

Del plato a la mesa.

El mundo mudo, shhh ahora las líneas corren paralelas. Ahí todo es transparente.

¡LOTERÍA! (encantadora la palabra, nos pisa, nos pudre).

Mezcle lentamente, según John Cage, es espora la memoria. Paciencia, el tiempo que canta discurre sin prisa, uno de piedra, cuadrado raíz es uno mismo bajo el agua, bajo fondo. Perdimos la señal… Viento pólvora, viento cadáver, todo lo abarca. El que escupe todo lo vuelve a formar, . Líneas corren paralelas, nos pisa, nos pudre. ¡SHHH! Uno mismo bajo el agua. Que se abren los mundos, uno de piedra, aquí están los que siendo son. (Respirar, exhalar) ¿Dónde nacerán las flores? A ghhh Rattttt aaaatttttaaaa… ¿ya escuchaste ladrar los perros?

El mundo mudo. Tiempo que discurre S I N prisa. Suenan los otros, ahí todo es transparente.

Le duele, uno mismo, el primero los mundos del mundo, caminante que enreda. Aquí (… … … …) Raíz, encantadora la palabra, arrugada la frente tiempo en el segundo que fue. La nota es ahora LA, línea en el teléfono. ¡Lotería!

LUZ RÁFAGA. (Perdimos la señal).

2. Escucha.

I.

Normalmente recurro a la escucha de mi cuerpo cuando hay demasiado ruido en mi cabeza, cuando los pensamientos no me dejan, cuando mi estrés está a tope y comienzo a mover compulsivamente el pie.

Ese es el primer sonido que me alerta.

Debes parar. Date un tiempo.

El sonido de mi pie es un dieciseisavo cuando estoy peor.

Cierro los ojos. Comienzo a escuchar mis molares machacarse uno contra el otro. Me detengo. También los pies. El sonido del ventilador de la computadora pasa a segundo plano. Está presente pero el micrófono se va a mis órganos. La respiración siempre tiene un dejo de reloj de arena. El aire se desliza sedoso, lo escucho y lo siento. Ahora puedo escuchar mi pulso. El corazón late. Pum-pum.  Pum-pum. Laten mis sienes, el pulso se va aquietando. Ahora un sonido acuático, un concierto de ballena peristáltica. El sonido de mis vísceras me divierte, son como un animal dentro del animal que soy. un zoológico que muge mi aparato digestivo.

Me da comezón la cabeza.

crach crach. Las uñas se enredan en mi cabello. Ahora en primer plano el exterior.

Ya quiero jugar. Sed. Voy por agua y escucho el arroyito del garrafón. El niágara que llega al vaso. Tengo una fijación por el sonido del agua. Desde pequeños manantiales particulares cuando lloro, (el sob… sob de los sollozos), la saliva con algo de campana cuando viaja de la boca a la garganta.

A veces puedo devolver el agua a la jarra una y otra vez sólo para escuchar el sonido del agua cuando toca el vidrio del vaso. Me gusta escuchar la lengua de mi gato chapoteando en su cuenco cuando bebe. A veces creo que me baño por escuchar el agua.

Cuando abro los ojos, el oído ha sido un Virgilio generoso.

II,

Afuera es también adentro.

Amo la Ciudad de México tanto como la odio. Esa relación sé bien que es lugar común. Sus sonidos me fascinan y su ruido me hace querer desaparecer más de dos veces al día.

La primera noción de amanecer me es dada por un maullido y un ronroneo, sigue la suavidad del cojinete amasando mi cabeza que me indica que es hora de abrir la ventana y el micrófono.

En el ínterin, mi vecino favorito, un árbol enorme, me da los buenos días con muchos pájaros. Ahora en invierno más recatados y en franco delirio orgiástico en primavera. Sean los pájaros los que nos guíen al infierno y probablemente sea menos amargo el camino.

La calle se mete a mi casa sin pedir permiso. Los autos en la calle, las risas de los niños que van a la escuelita de la esquina. Las cortinas de los negocios vecinos. El día comienza.

Decido salir de la ciudad con la oreja en modo expansivo.

Tomo la carretera, El sonido del viento con el vidrio abajo termina por ensordecerme y llenarme los oídos de aire. Siempre termino cerrando los vidrios hasta que llego a mi lugar de arribo.

Hoy no paso por quesadillas. Quiero llegar temprano y desayunar con mis viejos.

Al fin llego. Más pájaros.

Hacia la tarde vuelvo a la idea de oreja-laboratorio.

Salgo, subo el cerrito vecino.

Comienza otro viaje.

El viento ahora sin la velocidad es indulgente, susurra como amigo sabio, cierro los ojos… ¿Grillos?  Son apenas las 4pm!

Yo qué sé de los horarios de los grillos…

Otro sonido más agudo, un insecto que no adivino. A lo lejos ladran perros. La carretera abona de vez en cuando más sonidos de automóviles, algún camión.

Escucho mis pasos. El sonido del pasto seco es un crunch crunch que siempre reconforta, me lleva a las memorias de infancia.

N o   r  a a a …  Ya vamos a partir el pastel.

Es la voz de mi madre a lo lejos en la voz del timbre del Whatsapp…

Me dispongo a apagar el oído y a prender la escucha de los afectos.

Es su cumpleaños.

III,

Regreso a casa.

Seguiremos reportando.

3. Moratoria silente.

Esta moratoria fue un poco impuesta, estuve casi dos días afónica, me dolía hablar y aparte no había para qué. Estuve tres días en pijama y en la cama, ocasionalmente me levantaba, al baño o a tomar agua o prepararme té, entonces se me hizo más sencillo concentrar la atención, (de ahí lo afortunado de tener en mente las actividades del taller), esa era una manera de motivarme. Francamente no quería hacer nada. Solté el cuerpo y el jueves por la noche tuve una experiencia muy peculiar.

Era la tarde y el sol comenzaba a ponerse. En el árbol que da a mi ventana comenzaron a hacerse escuchar los pájaros que regresaban a su casa. Algarabía vespertina. Los escuchaba muy nítidamente, distinguía sus graznidos particulares, como si a cada uno les asignara un canal, «muteaba» uno y le subía el volumen a otro, y así… Luego el sonido del viento, hubo mucho viento, un silbido agudo en primer plano que provenía de mi ventana, un huequito que hacía de pequeña boca silbante. Revisé y cerré bien la ventana por donde algo de frío también se colaba. (plack! seco al cerrar. Gssht, más quedo, el seguro de la ventana). Rasco la persiana, un glissando de madera que suena a gis discreto. Regresar a la cama, el sonido de mi cabello en la almohada quedo y suave. Interrumpe el silencio acceso de tos. Es ronca, grave, el pecho silba, primero suena a ebullición líquida, luego más seca. La cabeza me estalla. Duele la garganta, el sonido de la saliva que viaja al gaznate irritado, ahora ese sonido que me gusta duele.

Me siento muy mal. Además siento mucho frío. Sé que tengo fiebre y me vale. Me tapo hasta la cara. Escucho un avión pasar a lo lejos. La avenida grande está a tope, no había abierto ese canal, escucho el tráfico cada vez más fuerte. Me tapo la cabeza. Me sueno la nariz. Más ebullición líquida, (me gusta ese sonido). Se vacía la nariz y ahora me ensordecí un poco. Duele más la cabeza.

Bajo las cobijas el sonido del pulso, las sienes… Mi respiración con la boca, ronronea. Me arde la garganta, es un sonido que me duele, es un poco verde. Además hoy estoy con antojo de mandar el mundo al diablo. Comienzo a llorar quedito, veo café; más obstrucción nasal, el sonido del Kleenex arrugado, comienzo a sollozar quedito, el café va poniéndose rojo en mi frente, luego más tos en primer plano. Le subo el volumen a mis sollozos y lloro…  Lloro como en violeta, mucho morado y se pone dentro todo azul ronco, azul aullido. Lloré tan bonito… Escucho mis Aaaaaggghhhh haaa haaayyy…. Me escucho llorar y ahora siento feo. Me abrazo un poco, siento que abrí de más la llave y estoy muy ronca (de nuevo en primer plano), vuelve el rojo pulsante. La cabeza ya me estalla y tengo fiebre en serio. Me destapo y voy por agua. La jarra con agua, el sonido del choque del cristal con cristal, el agua cayendo (plshhhhh….).  Sonido de cajón abriéndose, metálico, ahora no hay color, rechina. Sonido de cápsula metálica de pastilla abriéndose, se rasga el empaque (psht). Bebo el agua y escucho como pasa, (a lo lejos el ruido de la calle, una mamá con niños que lloran, suenan a que están chiquitos, como de dos años, no hablan todavía muy bien. El señor de la tienda que cierra la cortina de su local (prrraaat!) Se desliza y topa en el piso. Camino hacia la cama. Tomo la playera que me quité el día anterior y voy al lavabo. Abro el grifo. El agua cae. El chorro suena grave yéndose por la coladera, medio azulito de nuevo. Mojo el trapo, exprimido agudo. Regreso a la cama. Mucho frío, duele mucho tragar saliva. El pecho sigue su pequeño rugido de gato más grande, hay algo de rojo-morado. Trapo en cabeza. Cierro los ojos.  Ya son casi las diez de la noche. Ya no escribo nada, hasta aquí el ejercicio. Me duelen los ojos, los siento cocidos, muy azul plúmbago. Sólo abro el canal del lápiz sobre el cuaderno, sonido de gis, me gusta mucho ese sonido. Un pájaro se escucha insistente, ya es un graznido individual, como llamando a alguien.

Aspectos positivos.

La escucha abre la percepción de mis otros sentidos. Estoy más alerta. Me imagino mi cerebro como una especie de consola sofisticada y el entorno como una sala con sonido envolvente muy alucinante. Entre más se concentra la atención se abren más canales para cada pequeño sonido. Me gusta pensar que aunque hay sonidos quedos y fuertes, sonidos fijos o sonidos que viajan, también algo hace que siempre mi escucha asocie colores. Salen tonalidades, es muy frecuente gamas de rojos y azules. A veces uno que otro amarillo y casi nunca verdes.   Esa asociación sé que la hace mi mente, no los veo con los ojos, pero me gusta mucho esa visión interna. Luego escuchar mi cuerpo enfermo tiene algo que no había percibido, me hizo ser consciente de mi enfermedad de otra manera, me llamó mucho la atención el sonido del pecho silbando, me imaginaba mis bronquios inflamados, el sonido me llevaba a visualizarlos. Los sonidos de la tos, me llevan a imaginar una erupción.

Hay algo muy reconfortante en el sonido de mi entorno, el árbol que da a mi ventana siempre es muy generoso, el sonido del viento, cómo se mueven las hojas, los pájaros que en la mañana son algarabía y en la tarde se ponen más melancólicos. Los aviones a lo lejos también son un sonido que me gusta mucho, es porque son periódicos y no suenan muy cerca, el sonido del aire que se cuela por ese resquicio apenas perceptible produce un silbido muy agudo, desagradable, casi amarillo.

Aspectos negativos.

Lo único negativo que encuentro en esta experiencia es que cuando ponía atención a los sonidos del cuerpo, sentía con más nitidez el dolor. Esto no me había pasado porque no había hecho este ejercicio enferma. Pero así sucedió, sentí muy nítidamente cómo se incrementaba la temperatura y me punzaba más la cabeza, es porque le puse más atención al dolor. También por eso detuve el ejercicio y no profundicé más. Después del ejercicio entré en un alucín un poco inducido y un poco por la fiebre, pero así me dormí y amanecí con todo el cuerpo magullado y con un dolor asqueroso de cabeza. Fue el día que peor la pasé por la noche.

Aspectos neutros.

Creo que por las condiciones dadas, no encuentro mucha neutralidad, fue intensa la experiencia.

Cambio y fuera.

Nora Flores

PER / SONA por Milagros Morandi

PER / SONA 

“La palabra “persona” proviene del latín persona, que significa aquello a través de lo cual (per) pasa el sonido (sona). Se refería originalmente a las máscaras que usaban los actores en el teatro clásico, porque las tales máscaras tenían bocas megafónicas, destinadas a proyectar el sonido en el teatro al aire libre. De modo que la “persona” es la máscara, es el papel que representamos.”  

Alan Watts, Nueve Meditaciones.

La máscara es lo que creemos ser, pero para saber lo que somos en realidad y lo que es en realidad el mundo, debemos desenmascararnos y meditar; de manera que a partir de ése desprendimiento percibamos lo que es, como en verdad es. Más allá de la ilusión, las ideas y las percepciones que asumimos convencidos como reales, o tomando en cuenta las palabras de Watts, nuestra enmascarada forma de existencia, somos en realidad vibraciones, sonidos que pasan por nosotros.

El Universo es vibración, culturas ancestrales lo intuían y ponían en práctica la sanación a través del sonido y la vibración. En su texto Budismo y Vibración, Samuel Soriano (2007) visibiliza la valiosa y extensa herencia sociocultural que la historia, la religión y las tradiciones chamánicas han legado a la humanidad acerca del uso del sonido:

“En diversas tradiciones místicas de todo el mundo, en los textos religiosos convencionales, se considera el sonido como el fundamento del mundo físico. En el chamanismo, el empleo del sonido como catalizador para crear estados de conciencia no ordinarios está muy difundido en todas las culturas tradicionales. (…) El sonido también se utiliza como vehículo para una toma de conciencia de los paisajes interiores.”

El sonido como vibración sonora de frecuencia regular, o bien el sonido “agradable” al oído, es entonces en teoría el patio de juegos propicio para la meditación. Sin embargo, la concepción tradicional de meditación, en todos sus términos (a excepción de su esencia) obligatoriamente se transforma o reconfigura, ya que a partir de la modernidad y su revolución industrial y tecnológica, vivimos sumergidos en un mundo lleno de caos, smog y catástrofes, ruidos y disonancias. Y eso no está mal, simplemente es. La desestetización del sonido es aceptar la vida y el tráfico del ser moderno. Tratar de hacer caso omiso a la “fealdad” del sonido es no aceptar la noción de Silencio redimensionada por John Cage, el silencio moderno, que no es más que una experiencia sonora:

“La experiencia del sonido que prefiero sobre todos los demás es la experiencia del silencio. Y el silencio en casi todas partes del mundo ahora es el tráfico. Si escucha a Beethoven o a Mozart, ve que son siempre lo mismo. Pero si escucha el tráfico, ve que siempre es diferente.” (John Cage, Nueva York, 1991).

La experiencia del ruido entonces recalca la no-repetición, a diferencia de la música tradicional y la puesta escena de un ejecutante. A partir de allí se busca meditar en el caos y con el caos. Meditar ya no conlleva aislarse. Una especie de antítesis de la meditación con los cuencos de la india. La búsqueda del ser a través del sonido y del compañero disonante pero esencial en nuestros tiempos, el ruido. Mucho antes decía en 1913 Russolo en su Manifiesto Futurista “El arte de los ruidos”:

“Todas las manifestaciones de nuestra vida van acompañadas por el ruido. El ruido es por tanto familiar a nuestro oído, y tiene el poder de remitirnos inmediatamente a la vida misma. Hoy el arte musical, complicándose paulatinamente, persigue amalgamar los sonidos más disonantes, más extraños y más ásperos para el oído. Nos acercamos así cada vez más al sonido-ruido. Esta evolución de la música es paralela al multiplicarse las máquinas, que colaboran por todas partes con el hombre. No sólo en las atmósferas fragorosas de las grandes ciudades, sino también en el campo, que hasta ayer fue normalmente silencioso (…)”

A partir de allí podemos decir que hasta queriéndonos aislar al lugar más recóndito a meditar vamos a escuchar el sonido de una maquina o el vestigio de la revolución del hombre, vestigios sonoros, paisajes de ruido. Emular el caos como sacrificio para que percibamos lo que creemos que no percibimos a través de la acción sonora. El azar en forma de ruido, representando el absurdo y la abstracción como medio más fiel de la expresión y el inconsciente colectivo. Patafísica y futilidad para meditar en el ruido no premeditado y efímero.

En una charla TEDX del monje budista Matthieu Ricard llamada “Sobre los hábitos de la felicidad”, este plantea que mientras se esté en un estado de plena y avanzada meditación el practicante de la misma puede llegar a no sobresaltarse ni inmutarse ni con el estruendo de una bomba. Por otro lado cuenta su experiencia de cómo tuvo que practicar la meditación dentro de una máquina de resonancia magnética para someterse a un estudio cerebral. Las personas que hayan experimentado este examen pueden saber que dentro de la máquina, además una experiencia claustrofóbica, los ruidos que emite la máquina no son nada “Bellos” ni rítmicos. Sin embargo, este monje, dice poder haber alcanzado meditar en este estado. Les dejo primero una foto de una de sus experiencias y en pie de foto el link con unos efectos sonoros simulando los ruidos que emite la máquina para realizar estudios de resonancias magnéticas cerebrales.

Link de efectos sonoros simuladores de resonancias magnéticas cereblares: https://www.youtube.com/watch?v=DOjALmwaJ1Q&t=205s

A partir de todo lo antes planteado cuento mi experiencia con las sesiones sonoras e en forma de una presentación de una sesión personal de autodescubrimiento a través del sonido y del ruido, de las vibraciones, catarsis en forma de epifanías sonoras. Una acción sonora in situ con un objetivo principal, la auto-sanación.

“Cuando el existencialismo empieza a tocar mi puerta yo tengo mi religión, mis rituales y mi manual de autodescubrimiento. Está todo allí en esas paredes de madera, en la acústica y el sonido, en el ruido, en los oídos y en la garganta. Toda meditación, toda esencia y el principio del Universo están esperando en el sonido”.


A partir de todo lo antes planteado surgen las siguientes preguntas:Participación en la acción sonora del Gabinete Sonoro Goma Espuma en el jardín de esculturas del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.

  • ¿Se puede meditar en el caos, finalmente?
  • ¿Cómo se experimenta mejor la meditación? ¿Con una escucha pasiva? ¿O escuchando mientras se ejecutan sonidos y ruidos?

Milagros Morandi

PATRONES RÍTMICOS EMERGENTES DE LA ESCUCHA EN EL ESPACIO PÚBLICO por Manuel Mendoza

PATRONES RÍTMICOS EMERGENTES DE LA ESCUCHA EN EL ESPACIO PÚBLICO

El sonido es la sensación del oído al responder a la vibración del aire, esta vibración puede provenir de distintas superficies y elementos, el caminar en el espacio público conlleva un acto de apreciación sonora muy rica en eventos, ya que los estímulos al oído son de una enorme cantidad de emisores.

Esta enorme cantidad de información que llega hasta nuestros oídos puede pasar desapercibida de nuestra conciencia, solo cuando se dispone a escuchar es que la vorágine de elementos acústicos representan una significación en nuestra mente.

No obstante este nivel de escucha, propongo, puede afinarse, al intentar reconocer patrones rítmicos que emergen de esta escucha. Entendiendo a un patrón como una serie de sucesos recurrentes que parten de una evento primigenio.

Por ejemplo el escuchar sonido de un claxon con una duración de tres segundos seguido del onomatopéyico grito del vendedor del pan con la misma duración y rematar con el silbido del pito del policía que emula la duración de los eventos anteriores.

Así como escuchar tres taconazos del caminar una mujer, tres tosidos y tres ladridos, con el mismo tiempo de separación.

Si lo ejemplificamos visualmente podríamos generar una partitura para espacio público.

Manuel Mendoza

LA MUSICALIDAD DEL SILENCIO EN LA IMAGEN ESTÁTICA por Karina Pampo

LA MUSICALIDAD DEL SILENCIO EN LA IMAGEN ESTÁTICA

La relación sonido-imagen, esta regularmente asociada a disciplinas del arte dinámicas y audiovisuales; sin embargo, no podemos negar que al observar obras como La gran ola de Kanagawa o Rémi escuchando el mar, ya nos estamos instalando en la armonía de su sonido. Lo mismo cuando observamos los Elefantes musicales de Dhalí o las guitarras de Juan Gris, comienza a entrelazarse la imagen con una sensación auditiva.

La relación de una imagen en apariencia estática puede ser más dinámica de lo que creemos; en su composición, la elección de formas, colores, posiciones, paisajes y situaciones, más allá del concepto, lleva un ritmo implícito que a veces desciframos de manera imperceptible; se trata una musicalidad proporcionada sin emitir un solo sonido.

Se evidencio está musicalidad tomando imágenes al azar y mostrándoselas a personas con edad adulta; al entrevistarlas acerca de su evocación de sonidos o patrones musicales, algunos resultados mantuvieron coincidencia o una relación indirecta. Se realizó el mismo experimento en una muestra pequeña de niños con alrededor de 5 años, los resultados guardaron relación en la evocación del sonido de paisajes; sin embargo, al preguntarles acerca del sonido de imágenes con instrumentos musicales o imágenes azarosas, el resultado ha sido muy diverso y divertido.

Con el experimento se pudo concluir que la relación imagen-sonido guarda relación con nuestra memoria auditiva y experiencias íntimas. Pero como reflexión ¿Cuál sería el resultado de este ejercicio si se llevase a personas con sordera?

Karina Pampo

HORRORES DE LA ESCUCHA por Humberto Muñoz

HORRORES DE LA ESCUCHA

Este texto reflexiona sobre la influencia del sonido en la vida cotidiana, específicamente en la conformación de impresiones y recuerdos relacionados al miedo. El cine, la televisión y otros medios de comunicación son parte primordial en la construcción y transmisión de los imaginarios que nos aterran y acechan desde que somos infantes, los cuales desde el sonido y su percepción se pueden llegar a manifestar en la vida urbana. Formas culturales que pese a su subjetividad pueden ser compartidas/entendidas por los demás. Sean los monstruos de las películas o las noticias sobre la inseguridad, es en las noches cuando un sentimiento de vulnerabilidad y temor puede fácilmente instalarse en las personas. Ante la profundidad de lo que no vemos, la escucha se presenta en ese escenario como una llave a la salvación o como la revelación de los más grandes miedos.

PALABRAS CLAVE

miedo, sonido, escucha, memoria, paisaje sonoro

Lo que me asusta es lo que te asusta. Todos tenemos miedo de las mismas cosas. Es por eso que el horror es un género tan poderoso. Todo lo que tienes que hacer es preguntarte qué te asusta y sabrás lo que me asusta.

-John Carpenter

INTRODUCCIÓN

Uno de los recuerdos más presentes de mi infancia y que caprichosamente emerge cada cierto tiempo, es el estar sentado en un sillón viendo El Hombre Elefante 1 por la televisión. Particularmente la parte donde John Merrick tiene una

pesadilla y una serie de imágenes de actividad industrial, vapores, una mujer, elefantes y luego, gente humillandolo, se hacen presentes de forma inquietante. Esta secuencia no tendría el mismo impacto si existiera silente. El aura de extrañeza que acompaña las imágenes es innegable, pero el verdadero terror que transmite se basa en la propuesta sonora: ruidos de máquinas y hombres trabajando mecánicamente, tubos desahogando vapores, el barritar furioso de elefantes, la respiración distorsionada de Merrick, un drone que zumba en toda la cabeza, elementos que en la soledad y oscuridad de la noche potencian su efecto, perturban. A excepción de los animales, son sonidos que en su mayoría podríamos encontrar en el espacio de la vida cotidiana y a los cuales les dedicaríamos solamente la atención como señales de actividad, como normalidad.

La situación cambia al percibir dichos espacios en cualquier forma de ausencia: la de los trabajadores, la de las máquinas andando, y en general la presencia de movimiento. Frente a este tipo de escenografías de la ciudad es que recuerdos como el de mi niñez se filtran en los momentos. Es de noche, camino en soledad rumbo a casa. Las sombras ocultan las cosas, pareciera que hasta los sonidos. La mente juega crueles bromas a través de los pensamientos y aflora las memorias que desatan los nervios, el temor y la incertidumbre. Tenemos miedo. Estamos vulnerables frente a lo desconocido. Pero cabe preguntarse, ¿a qué suena lo que nos da miedo? ¿Es el medio urbano el que suena o son los sonidos que llevamos almacenados los que provocan la reacción de sobresalto en   nosotros? ¿Un paisaje sonoro por sí mismo, su escucha, puede provocar esta emoción?

El miedo habita en todas las personas.

Desde el inicio de la vida, el miedo es una de las emociones rectoras de la existencia animal. Su manifestación gracias a la percepción determina la posibilidad de sobrevivencia o de muerte en todos los seres. En los animales el miedo se manifiesta solo en la posibilidad de ser el alimento de otra especie, pero en las personas, dado el grado de conciencia, el miedo se expande a esferas tan vastas como la imaginación lo permita. Tener miedo es parte de la vida misma, de estar consciente de que la muerte nos va a encontrar tarde o temprano.

Para Delumeau, analizando el miedo desde su evolución cultural y social a través de la historia, es que se le puede entender como “el hábito que se tiene, en un grupo humano, de temer a tal o a cual amenaza (real o imaginaria)”.2 Este hábito o forma humana de conducirse, individual o colectivamente, es instintivo e inherente, manifestándose en “una gama de emociones que van del temor y de la aprensión a los terrores más vivos”.3 Independientemente de que el miedo se puede contagiar y potenciar colectivamente, la gama de emociones del miedo dependerá de la percepción de cada persona, que no sobra decirlo, la percepción es subjetiva.

Como colectividad seguimos estremeciéndonos ante la noche como ingrediente principal que alimenta mitos y leyendas: demonios, brujas, aparecidos, vampiros, hombres lobo y otros poseídos por el mal, se mueven en el perfume de la oscuridad al acecho de nuestras almas. Si bien no los vemos, cualquier sonido no familiar se convierte en potencial amenaza. En este sentido, al preguntar por el posible sonido de lo que nos da miedo, se sugiere que si bien esto nos remite a las construcciones y formas culturales que consumimos, hay una influencia innegable del entorno acústico, de la percepción del momento, situación que por otro lado se mezcla con marcas de la memoria que pueden manifestarse durante la experiencia de temor. De esta forma, lo que nos da miedo siempre sonará distinto.

El sonido en el cine y la conformación de ideoescenas.

Como se comentaba al principio del texto en relación al filme de Lynch, el poder de esa secuencia radica en la familiaridad y crudeza de sus sonidos. Expresiones sonoras provenientes de lo cotidiano, pero que insertadas en las imágenes dotan de un delirante y opresivo sentimiento. Lo curioso a señalar aquí es la forma en que el sonido de un producto audiovisual se puede llegar a mezclar con el ambiente que el espectador vive al momento de experimentarlo, lo cual desborda las posibilidades que los recursos diegéticos y extradiegéticos proponen, ya que al mezclarse con la percepción de la persona, permiten la vivencia de un momento sonoro totalmente nuevo.

Se conoce como sonido diegético a todo aquello que “forma parte del elemento narrativo y que nos permite ver el agente sonoro en pantalla”,4 como por ejemplo un músico tocando el piano en un bar, el goteo de agua de una tubería, un disco reproducido en un tornamesa. Los sonidos extradiegéticos son aquellos que “no forman parte del universo de la imagen pero la condicionan”,5 como las voces internas de un personaje, como las ambientaciones orquestales en una escena de clímax, como la pesadilla de John Merrick. Ahora, en el caso del recuerdo de infancia, el verdadero shock para mí fue encontrarme solo en ese cuarto, alterado por la extradiégesis y por el hecho de que después de ver la película, la esencia de esos sonidos se quedó conmigo, reverberando en mi cabeza, resonando en la habitación, trabajando una suerte de postdiégesis.

Esta posibilidad que tiene el sonido de dotar de fuerza expresiva a una imagen, es lo que Michel Chion llama valor añadido, “el valor expresivo e informativo con el que un sonido enriquece una imagen dada, hasta hacer creer, en la impresión inmediata que de ella se tiene o el recuerdo que de ella se conserva, que esta información o esta expresión se desprende de modo «natural» de lo que se ve, y está ya contenida en la sola imagen”.6   De alguna manera, sonidos que nos impresionan o aterrorizan se embarran a nuestra percepción de la realidad inmediata (de lo que vemos y escuchamos) y se manifiestan, llegando a caracterizar un momento como de miedo.

Esta presencia de la percepción pasada, guardada como recuerdo en el presente, tiene que ver con la propuesta de Moles sobre las ideoescenas, flujos de instantes cristalizables de la vida, de percepción pura que surgen cuando una persona experimenta su cotidianeidad, moviéndose en ese espacio y tiempo, mientras aprehende unos estímulos y discrimina otros dentro de su proceso de memoria (o mediante su registro).7

Encontrar el horror en lo que se escucha per se logra ser evidente con otro ejemplo de sonidos diegéticos y extradiegéticos. Una tarde que ya no recuerdo bien más que por el impacto de la obra, reproduje junto a unos amigos la película Begotten.8 Este filme experimental contiene múltiples simbolismos sobre la vida y la muerte, envueltos en una atmósfera ritual primigenia, anacrónica y altamente perturbadora. La textura del sonido y la plasticidad de la imagen provocan gran inquietud ante lo que estamos presenciando: una construcción entre árboles resguarda en su interior la figura de Dios suicidándose, un personaje pesadillezco que se convulsiona sentado mientras expulsa sangre de su boca, para posteriormente abrir su cuerpo con una navaja y dar vida a la Madre Tierra.

Lo verdaderamente aterrador de esta película radica más bien en su banda sonora, gobernada por un crepitar permanente y combinando música extradiegética con sonidos diegéticos (grillos, aves, un goteo que persiste, sonidos guturales de algunos seres, el latido de un corazón). La familiaridad de los sonidos naturales y la presencia de esa fritura o tronido, mezclados, dispara las emociones a un terreno desconocido y terrible. Recuerdo que luego de ver la película nadie quiso salir a la calle esa noche. El hecho de pensar en los sonidos salvajes de la naturaleza en el contexto de la calle solitaria promovió un temor insólito a la misma vida, la cual podría reclamar la nuestra como tributo.

Entonces, ¿a qué suena lo que nos da miedo? Si tomamos en cuenta que la escucha es una forma de relacionarnos con el mundo, si pensamos la escucha del paisaje sonoro como una práctica cultural (donde el entorno social afecta la forma en que las personas lo perciben y se relacionan con él), el sonido de lo que nos da miedo no presenta en realidad un cambio con lo que no nos da miedo. Es el mismo entorno, las mismas calles, la misma habitación. En este sentido, somos nosotros quienes le otorgamos al lugar y a la situación la sensación de miedo. La influencia de lo que consumimos cotidianamente altera permanentemente las construcciones culturales que compartimos con los demás, siendo el caso del miedo, una construcción que pese a su subjetividad, puede ser entendida y asimilada por las demás personas, ya que formamos parte de la misma trama sensible, el ser humano.

Humberto Muñoz

1 The Elephant Man, dir. David Lynch. 1980. Estados Unidos: Paramount Pictures.

2 Delumeau, Jean. El miedo en Occidente. España: Taurus, 2012. p.19.

3 Idem.

4 Radigales, Jaume. La música en el cine. Barcelona: Editorial UOC, 2008, p. 28.

5 Idem.

6 Chion, Michel. La Audiovisión. Barcelona: Editorial Paidós, 1993, p. 13.

7   Las ideoescenas conforman un vasto banco mental al cual podemos acceder mediante el recuerdo.

8 Begotten, dir. Elias Merhige. 1990. Estados Unidos: Theatre of Material.7 Moles, Abraham. La imagen. Comunicación funcional. México: Trillas, 1991.

 

BIBLIOGRAFÍA

Chion, Michel. La Audiovisión. Barcelona: Editorial Paidós, 1993. Delumeau, Jean. El miedo en Occidente. España: Taurus, 2012.

Moles, Abraham. La imagen. Comunicación funcional. México: Trillas, 1991.

Radigales, Jaume. La música en el cine. Barcelona: Editorial UOC, 2008.

HACIA UNA INCLUSIÓN DEL CREADOR EN EL ARTE SONORO por Diego Bernaschina

HACIA UNA INCLUSIÓN DEL CREADOR EN EL ARTE  SONORO

  1. Preocupación de la vida del arte hacia una obra inclusiva

 Demasiado pensativo sobre la texto de Selina Blasco1. Eso se trata de la crisis de la socialización hacia el arte o mundo de la lucha del arte. Nadie está conectado por el poder de la sociedad. Así como un arma para reaccionar hacia el liderazgo de la inclusión artística. Mi cuerpo no se siente   una sordina (como una notación musical en cualquier instrumento) e imposible de sentir, ni oír con   un revólver que jala una bala silenciosamente y demasiado veloz para dar una buena puntería. Por desagracia que estaría muerto sin consentimiento para recibir un buen pésame o un premio póstumo. Así me grabo mi propia cámara —en la mente— como el testigo clave de la obra para montar mi autorretrato amenazado o desaparecido de mi historia tan irrelevante. Solo una moraleja.

Difícil para hablar los prejuicios y estereotipos que impiden su fenómeno del pensamiento artístico     y creación, para reiniciar una nueva tarea como evidencia, creación y reflexión de la investigación en la educación social —sociología del arte— acerca del mundo (inter)cultural y de la realidad social en el arte (chileno) contemporáneo.

«Estas dificultades las detectamos en tres niveles: en primer lugar, decidir y definir el tema de investigación, lo que implica seleccionar, acotar y preguntar sobre el asunto que se pretende trabajar. Seguidamente, proyectar las estrategias para resolver y alcanzar la resolución del problema planteado relacionando la teoría con la práctica, la investigación con la creación artística y acudiendo a cuántos métodos de investigación fuesen necesarios. Y, por último, comprender el sentido de la investigación, su proyección   e incidencia social y cultural.»2

Con un mayor intento, muchas veces infructuoso, por describir, en la filosofía del arte (estética de Hegel o crítica del juicio de Kant),3 quien desconecta una vocación del ser humano. Sería incapaz   de responder el sonido y la lengua. Eso ocurre cuando a nivel experiencia con la estetización del mundo social.

Sin embargo, esto me refiero que:

«Para ello nos centraremos en la importancia de la elección del tema de investigación, al entender que dicha decisión requiere de la capacidad de delimitar, definir y problematizar el mismo. Además, valoraremos la posibilidad de relacionar éste con los planteamientos desarrollados en sus propuestas artísticas. Una vinculación que favorecerá una mayor comprensión del sentido de la investigación y les facilitará poder extrapolar estas pautas al proceso de creación artística.»4

Es demasiado complicado y dificultad de entender el trabajo invisible de “limitaciones” para empezar una falta de motivación de hacia el ejercicio estético de la investigación artística mediante de la producción o materialización autoral sobre los proyectos relacionados de artes mediales. Así que se nota:

«Teniendo en cuenta este panorama planteamos que las formas de arte mediadas por tecnologías, en adelante “mediales”, como emblemáticas de la contemporaneidad, capaces de cuestionar la categorización y entidad de la obra de arte, que fue históricamente un “artefacto”, dando lugar a un horizonte de nuevos códigos, herramientas, medios y saberes, con nuevas formas de idear, producir, visibilizar, conservar, recibir y protagonizar la imagen y el sonido.»5

Por ejemplo, el sonido de la voz, es demasiado riesgo del entendimiento por el nacimiento de la sordera, e imposibilidad de oír con distintos vocales o letra de canciones más comunes junto con los instrumentos en distintos géneros musicales, literarios o artes escénicas. Así como la música clásica o electrónica —solo instrumentos— para conservar un buen ejemplo de la vibración acústica. Por lo tanto, ahorrar el tiempo para componer o crear un trabajo estético, cuya la relación del arte social para proyectar o intervenir una situación compleja para crear una obra de videoarte     o videoinstalación por parte de un artista inclusivo; ya que no está capacitado de entender con la música popular. Demasiado tedioso para escuchar las letras de canciones a favor de la politización   o partidarios que reflejan o se vinculan.

  1. Por la ausencia por el arte inclusiva: Entre la palabra escrita y la palabra hablada

 Tanta la pausa de la crisis para pensar y resolver los problema de la vida cotidianamente hacia un lenguaje artístico para proyectar y conectar los poderes de filosofíar la curiosidad ajena. Así como     la comunicación espontánea a través de mis oídos difuntos con la pintura tachada. Nadie les importa a los espectadores sobre una clase de enfermedad. Aunque ellos no interesan a un artista inclusivo para conocer la obra en la lengua de señas6 [chilena]7 para las personas sordas. Es muy difícil de entender el idioma de los códigos (o codificaciones) a través de las manos. Ellos no se comunican con la lengua y el habla para establecer una comunicación natural en distinto idioma.     No obstante, hay diferentes significados de «La mano a través del arte simbología y gesto de un lenguaje no verbal»8. Esto se trata de un estudio de la mano en el arte —según la autora— para manifestar la capacidad expresiva de los gestos en distintas historias del arte a través de la cultura, de la religión y de la identidad humana. Así como los gestos de la mano corresponden un lenguaje no verbal, pues la mano que se evidencian sus propios sentimientos, emociones y actitudes. Es el colmo que ellos que disgusten la capacidad de obrar en sus propias manos en la comunicación signada —eso se refiere la comunicación no verbal o lengua de señas— para exhibir una obra de videoarte. Por ejemplo, he participado de un proyecto seleccionado del Concurso Internacional Juan Downey de la 12ª Bienal de Artes Mediales: “Hablar en lenguas”9 en el Museo Nacional de Bellas Artes (Santiago, Chile) de 2015, en el nombre del proyecto “Conversación en silencio” de 2015. Esa obra corresponde una duración de 11 minutos y 29 segundos. La descripción de mi proyecto de videoarte, por lo tanto, se trata de:

«Un grupo de mujeres jóvenes y adultas con discapacidad auditiva, que se hablan con las manos. Esta lengua de señas es un tipo de comunicación que utiliza en forma natural de     las personas sordas. Muchas personas oyentes no entienden los obstáculos que impiden una buena comunicación gestual.»10

Al observar una imagen del videoarte que aparece una serie de imágenes y videos por varios segundos, luego una imagen y demasiada larga, es decir, una sola grabación —sin recortar, ni editar— la escena junto con un sonido instrumental –pieza musical completa del 2º movimiento de la 9ª Sinfonía de Beethoven11– para observar los espectadores. No obstante, tiene una mayor dificultad de comprender el lenguaje no verbal, pues un idioma que pertenece a la comunidad sorda para poder incluir la diversidad social.

Captura de videoarte de Conversación en silencio (2015) por Diego Bernaschina

A propósito del proyecto Conversación en silencio se trata de una muestra de la observación a los espectadores que desconocen su propia cultura de las personas sordas. Muchas personas oyentes se sienten obsesionados por la enfermedad como el impedimento en una vida   social o ajena.

Tanto la música como el video, eso se me ocurre algo que los espectadores sienten al escuchar   una pieza conocida al nivel mundial. Así como el compositor alemán, también quedaba sordo durante esa época. Por eso, decidí escoger una sola pieza al mismo tiempo de la grabación en video sin detener, ni la pausa para interpretar la observación de los gestos. Por lo contario, sin sonido, que sería un mayor fracaso del proyecto, ya que los espectadores se sienten una lata sin escuchar, ni ver la lengua de señas. Y realmente, es posible de comprender que la filosofía del arte. Eso se considera una tarea de la experiencia humana a través de arte social.

Como Gadamer se plantea:

«[Según Hegel:] La realidad de la obra de arte y su fuerza expresiva no se pueden limitar al horizonte histórico originario en el que el espectador fue realmente contemporáneo del creador de la obra. Más bien parece ser propio de la experiencia del arte el hecho de que la obra artística siempre tiene su propia actualidad, […].»12

Eso se implica que la obra de videoarte Conversación en silencio no se relaciona con la historia de arte contemporáneo a través de la socialización artística, sino es la única forma de conocer la experiencia de propia obra cuya relación de la sociedad   aislada.

Para poder entender entre la palabra escrita y la palabra hablada. La palabra escrita se refiere una forma de escribir sus propias letras, es decir, todos los seres humanos pueden manuscribir la escritura en sus propias manos. En cambio, la palabra hablada, las personas oyentes se escuchan los sonidos a través de la comunicación. Por lo contrario, las personas sordas se acostumbran en     la visualidad de una escritura que oír. Por eso que el silencio se representa la palabra escrita. Pero, también la visualidad de la palabra hablada. Eso refiere la palabra hablada se relaciona con la comunicación al silencio. Así como la comunicación al silencio de la palabra hablada en los gestos- espaciales y expresiones visuales —lengua de señas— para trasmitir un mensaje no verbal. Por lo tanto, los espectadores no se influyen la codificación   de los gestos a través del arte simbología.

  1. Problematización de la comunicación verbal (sonidos) y la comunicación no verbal (silencio)

Para poder abarcar la sociedad sobre el problema de la palabra escrita y hablada —ya hemos explicado en el párrafo anterior— a través de la investigación artística para profundizar en la concepción de la obra de videoartista Conversación en silencio. Lo que me interesa saber en una parte del funcionamiento de la obra y de los espectadores.

El presente análisis pretende dar una visión, desde mi punto de vista, del trabajo teórico–artístico al silencio. Pues la obra funciona con los movimientos de oscilador forzado y resonancia. Más allá de colocar a la una teoría como el acercamiento de elaboración de conocimiento sobre el arte social. Solo se demuestra mi interés radica en reflexionar y analizar la practica de la investigación entre     los sonidos y el silencio. Así como el silencio   y los sonidos quien se representa una obra referencial de 4′33″ por John Cage (1912-1992)13 a través de una reflexión sobre la relación entre ellos —artes mediales (sonoro, videoarte y videoinstalación) y artes visuales (pintura, fotografía y arte digital)—   en distintos ámbitos artísticamente. Por lo tanto, el problema central al que se comparan los resultados con el análisis de los sonidos y el silencio. En que sea posible obstruir dicha separación, propiciando una nueva comprensión de la investigación artística. Para referir la investigación artística en otra cosa:

«No se trata de definir la investigación en las artes sino de pensar el terreno básico desde     el cual puede concebirse una noción de investigación que incluya tanto el hacer creador como la reflexión teórica sin suponer una diferencia fundamental entre ellos que nos obligue a seguir pensando en términos de un puente o conexión necesaria. Dicho terreno   es la escritura. Mi hipótesis [—según el autor—] consiste en que la base para construir una relación entre arte e investigación, más allá del falso problema de la articulación entre teoría y práctica, es una comprensión del papel de la escritura en el   arte.»14

Así la palabra escrita al silencio como la comunicación de la palabra hablada en la lengua de   señas. Podemos afirmar que la imaginación en el proceso de creación artística frente al análisis de   la comunicación sonora y la interpretación del significado:

«Funciona como una relación de resonancia a la manera en que dos cuerdas se mueven gracias al mismo impulso por una especie de continuidad del movimiento, haciendo imposible discernir cuál mueve a cuál. En música, la noción de coloratura podría relacionarse con este tipo de relación. La coloratura se refiere a un uso de la voz distinto a una función silábica. La voz se usa como un instrumento más que como la enunciación de   un texto que acompaña o es acompañado por la instrumentación. Lo interesante de esta noción es que hace de la voz una función cromática que puede llegar, en muchos casos, a confundirse con los instrumentos sin llegar a perder, sin embargo, su singularidad. La relación entre voz e instrumentos es de réplica, sin que ninguno llegue a subordinar al otro.»15

Eso se consideraba el análisis musical como un arte sonoro hacia una definición de la literatura con palabra escrita al silencio tanto en la praxis como en la teoría, palabra, sonido y gesto para reconocer unas nuevas formas de la comunicación literaria en cada vez más alejada de la oralidad, estableciéndose en la intimidad silenciosa. Esto implica que la poesía sonora y el arte   sonoro:

«El estudio de la poesía sonora en el ámbito disciplinar de la literatura puede sin duda mostrar el modo en que el género —poesía— ha sido enriquecido con formas novedosas   de pensar la propia creación poética, sin dejar de ratificar su esencia poética en un sentido amplio y generoso y, más importante aún, puede ayudar a comprender las razones de dichas transformaciones, movidas por un genuino gesto   poético.»16

En este sentido, la obra de arte posee una experiencia de lo bello en la naturaleza y el arte. Pero   sólo la conciencia estética puede considerar al hecho de que la obra de arte da parte de la vida humana. Eso no corresponde una tarea de una hermenéutica histórica, sino que posee una nueva investigación sobre la obra de arte. Según lo que plantea en la filosofía fundamental:

«Lo que Kant dijo con razón del juicio de gusto, a saber, que se le exige validez universal a pesar de que su reconocimiento no puede ser obtenido por la fuerza de las razones, es válido también para toda interpretación de obras de arte, tanto para la interpretación activa del artista reproductor o del lector como para la del intérprete científico.»17

La cuestión de la estética por la esencia del arte sonoro. Es cierto que el verdadero de la estética filosofía para abarcar la metodología de una obra de arte. Con esta razón, se puede decir que una obra de arte no agrada con los sonidos, sino puramente estético, es decir, la reflexión de Hegel con   la relación de lo bello de la naturaleza y lo bello del arte. Cómo algo en la naturaleza de los sonidos —paisajes sonoros— que se disfruta en el mismo sentido del arte —armonía de forma y colores; figura, dibujo, pintura, fotografía, volumen en escultura y arquitectura, etc.— para incluir la naturaleza al contexto de un interés del gusto. Así como el reflejo de lo bello del arte. Lo que, de tal manera, es comprender lo que la obra de arte sobre la experiencia de lenguaje artístico, es decir, ¿Qué entendemos por el lenguaje artísticamente para expresar y representar ideas y sentimientos estéticos? Para utilizar un lenguaje esencialmente visual. Así el arte expresa por medio de la armoniosa combinación de las distintas materializaciones que representa a la   visualidad.

Este caso es un estilo musical el que, asociado a la interpretación en la esfera de lo acústico, puede contribuir ala construcción sonora. Solo cuestiona la interpretación de activismo sonoro. Así por ejemplo, se incluyen reflexiones relativas a la filosofía de la nueva música en una aproximación de la obra de Cage sobre el pensamiento del sonido como acontecimiento:

«Diversos motivos pueden despertar un interés filosófico por el sonido. Ya en la primera mitad del siglo pasado el antecedente de las vanguardias, con Luigi Russollo y John Cage entre otros, otorgaba al sonido el estatus de cuestión. No obstante, no es solo por el arte que el sonido ha podido ocupar una plaza inquietante para los devenires [sic]18 del pensamiento, bien que en su seno es donde mayormente se ha recreado su pregunta, su experimento y su libertad respecto de las consideraciones habituales que de él se han hecho cargo. Es necesario subrayar que si bien toda una ciencia del sonido, producción tecnológica incluida, adquiere un impulso inédito en la historia por medio   del surgimiento de los aparatos de reproducción sonora, muy pronto la experimentación y la inquietud artísticas se acoplarán de manera bastante influyente en su   evolución.»19

Para referir un solo ejemplo de la filosofía a través del sonido y silencio. No se puede comparar, ni desnutrirse a la estética en su campo de acción e investigación. Por lo tanto, nuestra aproximación de la obra musical de Cage, pues los sonidos son diferentes. La historia de música son los más significativos. En cambio, Cage que se establece entre los sonidos y no de los sonidos. Pero para ello, era indispensable asumir y construir un gesto como si fueras la forma de un desarme de las estructuras armónicas que constituyen el cuerpo musical. Cage no se conforma con la revolución atonal de su maestro —así como los compositores de música clásica de Beethoven y Schonberg—, sino omitiendo una atención al sonido y a lo que están excluyendo las cuestiones musicales. Con ello la música se somete a lo visual, para envolverse y girar la atención al sonido en su presentación y en no en su representación (silencio).

Solo se fusiona con la aparición de sonidos y silencios, comprometiendo y desarticulando la posición de las subjetividades en juego. La música popular como la comunicación verbal es cuestionada en la disposición de sus sujetos (en una vida social). Cualquier expresión artística — tanto el arte visual como el arte sonoro— necesita manifestarse liberada de los perjuicios que ciertas estructuras dadas por la creatividad. La creatividad en el arte sonoro procede del interior     con mayor fuerza bajo una masiva producción, ya que ha encaminado a la filosofía en las cuestiones de la imagen o la visualidad a través de los sonidos que descubren la propia singularidad del discurso filosófico para centrarse en la integración del pensamiento humano con el mundo artístico y cultural.

  1. ¿Para qué replicar el movimiento de la creación en el arte sonoro? ¿Cuál es la función de esta dinámica de resonancia de la obra de artes mediales?

En este sentido como se puede comprender que el ejercicio de escritura sobre la construcción de     la réplica —Según Arias (2010)— para reflexionar una creación y una noción de la investigación en las distintas áreas de la ingeniería en sonido, la música, el arte sonoro y tecnología acústica hacia una nueva perspectiva del sonido creativo; y explorando facetas creativas del paisajes sonoro en     un contexto transdisciplinario del pensamiento artístico más profundo. Así como un riesgo de ser tautológico musical para definir un objetivo de la investigación, ya que la filosofía reconoce numerosos métodos musicales y experimentaciones sonoras.

Para entender el arte y la tecnología, que nos permiten establecer la socialización a través de los sentidos de la creación y reflexión escrita por Rosa Judith Chalkho (2006)20 para desarrollar una doble actividad: la de ser artistas y la de investigar y reflexionar sobre el arte. Entonces, La cuestión esta muy ligada a las prácticas artísticas actuales donde el alto grado de conceptualización de las obras implica un arraigo reflexivo inherente a la creación. Asimismo, la discursividad social como la cuestión de lo discursivo en las particularidades de la estética como campo disciplinar en la formación de la pieza artística —Ready-Made o Arte encontrado— de Marcel Duchamp, o también cuando Cage convierte en pieza musical el ambiente sonoro de una calle transitada. Por lo tanto, Chalkho explica que el arte y la tecnología que atraviesan las formulaciones transitadas en los escritos y sonidos, largamente discutidos y teorizados desde distintas posiciones entre artes mediales y artes visuales. La cuestión de lo tecnológico aparece en torno a los debates divididos, a grandes rasgos consiste en la creación, y en la relación de tensión conceptual o presión sonora, entre quienes asumen una postura crítica de arte tan cautelosa o devastadora de lo tecnológico, es decir, la tecnología circula en los discursos sociales demonizadas o estereotipados; y estos que discriminan. Más bien se podría enunciar en relación con el arte y la tecnología devela una paradoja. Así como la escucha musical que se relaciona con las prótesis tecnológicas del oído (reproductores de audio, parlantes, auriculares, etc.) para construir en una estandarización masiva de la escucha musical. Así lo implica de Chalkho, e hecho, un gran porcentaje del común de la gente no recuerda haber escuchado una orquesta en directo y   sin amplificación.

Para concluir en este tema:

«Esto es evidente al examinar la gran cantidad de textos escritos por artistas a lo largo de     la historia del arte. No se trata simplemente de elaboraciones teóricas sobre la obra. […] Ni siquiera pueden leerse solamente como claves de comprensión de la obra. Lo importante   de la escritura de los artistas, más allá de lo que puedan decir, es el estilo que los compone. No es lo mismo escribir un manifiesto que un diario o que una serie de aforismos inconexos. El estilo nos muestra que, en la escritura, los artistas ponen en escena el pathos21   que compone su hacer como artistas. Es en el estilo donde se replica su comprensión implícita de la práctica del arte. No es a través de definiciones racionales como podemos comprender lo que significaba el arte para Van Gogh o para Klee, sino a través de las intuiciones que plasman en la escritura.»22

Este punto principal de la investigación artística en las artes sonoras para definir como objetivo de investigación no se puede darse de la forma como objetivo en la investigación científica. La diferencia fundamental del objetivo de la investigación artística, sólo corresponde los objetivos de materialización o producción creativa. El objetivo de la investigación científica, en cambio, puede definir sus objetos desde una exterioridad —un método científico de la razón o de la espiritualidad— para resolver problemas y diseña nuevas tecnologías. Es necesario pensar, entonces, la posibilidad de una distancia de un método científico, que permita abrir el camino de construcción de la investigación en las artes. No obstante, el objetivo de la investigación artística   no es una parte de un ejercicio escritural, sino sostener que la base para la construcción de una relación entre arte e investigación es una nueva comprensión de la escritura en el arte, es decir, la escritura entendida como resonancia del hacer creativo del arte.

  1. ¿Cómo puedo organizar la sensibilidad corporal de acuerdo a la obra? ¿Cómo puedo organizar los diálogos sonoros? ¿Con que instrumentos destinados para la obra en arte sonoro junto con el videoarte y videoinstalación?

Estos términos de los diálogos sonoros23 lo que introduce en, una estrategia de investigación que buscamos explorar como parte de nuestros ejercicios de análisis social sobre la experiencia sonora. Así como una herramienta de indagación social basada en la creatividad / expresividad, donde la música es usada como vehículo, proceso y dispositivo de captación de expresividad. Por tanto, se permitan captar la estructuración social para expresar emociones creativamente. Así como un conjunto de sensaciones transformen las percepciones y vibraciones

Los diálogos sonoros se inscriben también en un conjunto de esfuerzos individuales y colectivos, y apoyando las relaciones sociales existentes.

Así que sostenemos la experimentación desde la creatividad o expresividad hacia un camino de indagación promisorio para comprender lo social desde la   sonoridad.

«[…] todos ellos orientados a crear, desarrollar y experimentar con dispositivos de captación de las sensibilidades. Es en el aludido contexto que hemos diseñado y aplicado una experiencia basada en la idea de un conversación donde el juego pregunta/respuesta   es mediado por la ejecución musical a la que hemos dado en llamar diálogos sonoros.»24

Para referirse el concepto en arte sonoro sobre la musicalidad:

«La música ha sido entendida de diferentes formas a través de la historia, sus posibles conceptualizaciones han estado ligadas a diversas condiciones, contextos y ritmos sociales.»25

A continuación de:

«De tal manera, pensamos que la generación de sonoridades por parte de las personas se encuentra en relación dialéctica con formas establecidas de musicalidad en cada sociedad,   lo que no niega las posibilidades de unos matices, una diversidad o unas fugas sonoras. Ello significa, que a pesar del “(des)orden” de los sonidos al que se le denomine música en uno u otro contexto social, pueden constituirse figuras de comprensión alternas/paralelas   que amplían el campo de lo que se entiende con tal término. […] En cualquier caso, somos conscientes de las “barreras invisibles” que impone un campo como el musical, en el que     se viven permanentes tensiones acerca de lo que se puede/debe asumir como pertinente y válido en él. Este punto necesita ser señalado ya que a pesar del logro de una mayor presencia de la música-sonido-ruido en el ámbito artístico contemporáneo, ello no ha significado un mayor acceso para que cualquier “ruidosa/o” tenga asegurado allí un lugar para expresarse (hay unas reglas “tácitas” para hacer sonido-ruido). Por nuestra parte, asumimos la premisa de la música como sonido en tanto condición fundamental de los seres humanos -existe un universo sonoro circundante y nuestra corporalidad individual es una fuente rítmico-melódica (piénsese en los sonidos de la digestión o en el ritmo del corazón)-, asunto que se encuentra ligado estrechamente al ritmo de la vida de cada persona/colectivo y a las formas de acentuación-emotiva en la cotidianidad –entre otros, de su lengua y sus mensajes.»26

 Nuestro interés se encuentra una práctica como artística en el carácter visual y musical en los diálogos sonoros tanto la expresividad como la sonoridad / sensibilidad de las personas con dificultad auditiva para improvisar los sonidos a través del silencio. Asumiendo la observación artística de cada individuo, a quien le perciben algo para que lo que se sienten de forma improvisada de la sensibilidad corporal

 Pensamos que la experimentación conceptual del arte sonoro de nuestra tarea de la investigación artística para las personas tanto los testimonios como la sonoridad y sensibilidad sobre la respuesta sonora (diferente a la palabra hablada y escrita) en distintas obras de videoarte y   videoinstalación.

Diego Bernaschina

Resumen:

El ensayo corresponde un estudio de la investigación artística relacionado con la producción o materialización autoral sobre la obra propia de videoarte “Conversación en silencio” (2015), comparado de artes mediales y arte sonoro, dependiendo el resultado de los espectadores que desconocen el idioma que usan las personas sordas en una   comunidad.

1 Véase en: Blasco Castiñeyra, S. (2013). Investigación artística y universidad: materiales para un debate. Madrid: Ediciones Asimétricas. Disponible en: <https://goo.gl/iVAsAb>. Fecha de acceso:   27/02/2017

2 Del Río-Almagro, A. (2017). Consideraciones sobre la elección, definición y problematización del tema   de investigación   en   el   campo   de   las   Bellas   Artes.   Arte,   Individuo   y   Sociedad,   29(1).   Disponible en: <https://goo.gl/CZECWk>. Fecha de acceso: 27/02/2017., p.   3(135).

3 Véase en: Amengual, Gabriel. (2007). El concepto de experiencia: de Kant a Hegel. Tópicos, (15), 1-20. Disponible en: <https://goo.gl/0RQLgL>. Fecha de acceso:   28/02/2017

4 Del Río-Almagro, A. (2017), op. cit., p. 135.

5 Pérez Tort, Susana (2013). Poéticas Visuales mediadas por la tecnología: La necesaria opacidad. Cuadernos del   Centro   de   Estudios   de   Diseño   y   Comunicación,   43(XIII),   pp.   1-12(53-65).   Disponible en: <https://goo.gl/19cjxm>. Fecha de acceso: 27/02/2017., p.   2(54).

6 Dependen los términos de “Lengua de señas”, “Lengua de signos” o “Lenguaje de señas”. Véase en Wikipedia: <https://goo.gl/KE2QpI>. Fecha de acceso: 27/02/2017

7 El término de Lengua de Señas Chilena (LSCh) es utilizado con el Alfabeto dactilológico en LSCh. Así como una lengua natural de expresión y configuración gesto-espacial y percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordoceguera). Por lo tanto, este LSCh, solo corresponde el idioma quien representa o     que reconoce la comunicación natural de la comunidad sorda en Chile. En cada país se reconoce en su propio idioma de la lengua de señas. Lo mismo que los personas oyentes hablan en distinto idioma oficial o lengua aislada (https://goo.gl/2jJoXs)

8 Cerrada Macías, M. (2008). La mano a través del arte. Madrid: Servicio de Publicaciones, Universidad Complutense   de   Madrid.   [Tesis   doctoral].   Disponible   en   <https://goo.gl/eksLXW>.   Fecha   de acceso: 27/02/2017

9     Véase   el   texto   de   Enrique   Rivera   y   la   descripción   de   mi   obra   de   videoarte.   Disponible     en: <https://goo.gl/D1Yod1>. Fecha de acceso: 27/02/2017

10 Cita propia sobre una descripción de la obra de videoarte “Conversación en silencio”   (2015).

11 Véase una referencia del video de la obra de 2º mov. de Scherzo: Molto vivace – Presto de la Sinfonía nº 9     en            re              menor,     op.          125, “Coral”    de        Ludwig                   van   Beethoven             (1770-1827). En  Youtube: <https://youtu.be/rz5pko_FfC8>. Fecha de acceso: 27/02/2017

12 Gadamer, Hans-Georg (1996). Estética y hermenéutica. Daimon: revista de filosofía, 12. Trad. por José Francisco ZÚñiga García. Murcia: Universidad, Secretariado de Publicaciones, pp. 1-6(5-10). Disponible en: <https://goo.gl/fO10Lj>. Fecha de acceso: 27/02/2017., p. 2(5).

13 Véase en Wikipedia: <https://goo.gl/VJFDlj> y en Youtube: <https://youtu.be/JTEFKFiXSx4>. Fecha de acceso: 27/02/2017

14 Arias, J C; (2010). La investigación en artes: el problema de la escritura y el «método». Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas, 5(2). Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana, pp.14(5-8). Disponible en: <https://goo.gl/ZwrUvo>. Fecha de acceso: 27/02/2017., pp.   1-2(5-6)

15 Arias, J C; (2010)., op. cit., p. 3(7)

16 González Aktories, Susana. (2008). Poesía sonora, arte sonoro: un acercamiento a sus procesos de semiosis. Acta poética, 29(2), 375-392. Disponible en: <https://goo.gl/XgQZZ0>. Fecha de acceso:   28/02/2017.

17 Gadamer, Hans-Georg (1996)., op. cit., p. 3(6)

18 Véase en la definición en <https://goo.gl/a3WuSd>. Fecha de acceso:   28/02/2017.

19 Celedón B, Gustavo. (2015). John Cage y la posibilidad de pensar el sonido como acontecimiento: Aproximaciones   filosóficas   a   su   obra.   Revista   musical   chilena,   69(223),   73-85.   Disponible en:<https://goo.gl/KhlBc7>. Fecha de acceso: 28/02/2017

20 Véase el texto de Arte y tecnología. Disponible en: <https://goo.gl/LFq9GP>. Fecha de acceso: 29/02/2017.

21 Véase en Wikipedia: <https://goo.gl/mheBV9>. Fecha de acceso:   27/02/2017

22 Arias, J C; (2010)., op. cit., pp. 3-4(7-8)

23 VV.AA. Diálogos sonoros: travesías metodológicas y análisis social. Arte y Sociedad. Revista de Investigación. Disponible en: <https://goo.gl/DJU2UB>. Fecha de acceso: 29/02/2017.

24 Ídem.

25 Ídem.

26 Ídem.

MÁS ALLÁ DE LOS BEATTS – ARTE DE LA ESCUCHA EN LOS DJS por Claudia Britania

MÁS ALLÁ DE LOS BEATTS – ARTE DE LA ESCUCHA EN LOS DJS

Los Dj atrapan la música, condensan el trabajo de músicos y la concentran, la comprimen en una actuación o set. Definiciones hay muchas y la historia es relativamente larga, su origen y ramificaciones también es amplio. Desde oficio a profesión podemos distinguir varios matices de aprendizaje y técnicas.

 Luego de llevar más de 10 años en esto y haber pasado por varias etapas, desde el aprendizaje de la música de manera más convencional tocando instrumentos y leyendo partituras, a las mezclas como Dj, a verlo como un arte, adentrarme en los conceptos de arte sonoro y las terapias a través de la música, los sonidos y el silencio. Finalmente, he comprendido la importancia no solo de cómo hacer música, cómo exponer habilidades y técnicas, sino verlo de manera holística y darle significación a la Escucha.

El arte de escuchar, la música despierta pasiones, pensamientos, sensaciones, preguntas e impresiones a los oídos. ¿Cómo un Dj puede entregar una actuación adecuada, cómo pueden a conciencia realizar elecciones perfectas para su público?, se debe conocer la música, encontrarla, comprenderla, no sólo conocer tus propios gustos, sino los de la gente, así vamos aprendiendo a registrar en nuestra memoria las diferentes emociones que puede provocar la música. Me detengo entonces en el que no basta con conocer nuestros gustos musicales, quiero ir más allá, y cuestionarme sobre cómo voy a entregar algo más sustancial que un dj set de muchas horas, si no he despertado mi sentido de la audición, si no me detengo en la importancia del paisaje sonoro que nos rodea, abrirnos a los sonidos en un enfoque de “musiecología” trayendo los sonidos de espacios silvestres a nuestros entornos, incorporar el silencio. Volvernos más perceptivos de lo que sucede a nuestro alrededor, abriendo nuestros oídos a todos los sonidos existentes que nos rodean puedo estar más preparado, más consciente, estar menos alienados y ya no ser solo personas que gustan de la música y la mezclan, sino convertirlo en un medio o herramienta para como jóvenes contribuir desde la pasión por la música, en un despertar de lo que nos rodea, ser parte y no solo observadores, a través de un arte que nos sirve para el crecimiento personal, como también nos ofrece la posibilidad de fortalecer la atención, activar nuestro cerebro de una manera más simétrica, fortalecernos culturalmente, satisfacer nuestras necesidades volutivas e intelectuales, perfeccionar los elementos que contribuyen a la formación de la identidad de los jóvenes, especialmente en lo relativo a la apreciación estética y al desarrollo del espíritu crítico.

Estudios revelan que nuestras carencia de humor, de lo emocional y en lo psíquico es porque no tenemos activo en nuestro diario vivir las frecuencias sonoras que emite la naturaleza. Además, nadie puede negar que el sonido es un fenómeno que interactúa con nuestro sistema biológico y una sesión musical, una canción o un sonido nos remite a recuerdos, afectos, sensaciones.

Gran importancia de todo esto radica entre tantas cosas, en que actualmente nos encontramos en situaciones cotidianas con un estrés excesivo, las emociones se desbocan y la conducta se mecaniza.

Estamos la mayor parte del día en un constante monólogo interior “ruido interno”, resultado de los estímulos y vivencias diarias de los recuerdos del pasado y el incierto futuro. Aquí es donde recuerdo a John Cage en su planteamiento de que el mundo y la realidad no son un objeto sino un proceso. Idea articulada a partir del pensamiento del Budismo Zen, en el que sólo el presente es importante (en esta filosofía oriental, pasado, presente y futuro existen en un mismo tiempo ya que la vida se encuentra en un constante devenir). Nos sumergimos en ese “ruido interno” produciéndonos estrés, bajo nivel de concentración, ineficacia en nuestras labores, inseguridad en público.

El despertar de la audición, fortalece el músculo de la atención y aprendes a estar consciente de tus pensamientos y de las emociones que surgen. Nos podemos sumergir conscientemente en la música o los sonidos para conseguir máxima concentración o un estado de armonía neuronal.

Oír es distinto de escuchar. El oído nunca se cierra, permanece despierto incluso mientras dormimos, pero escuchar requiere de voluntad y de toda nuestra atención. La escucha en sí, de acuerdo a Pierre Schaeffer, es la acción de comprender, de descifrar lo que ya hemos oído. La escucha como forma de arte viene desde muchos años atrás, podríamos de hecho extendernos demasiado relatando sus formas de manera cronológica, y si volvemos al hoy, con la aparición de las grabadoras digitales portátiles, el uso de computadores y programas libres para editar y mezclar audio, la fonografía es un aliado para los Djs, cargar consigo una grabadora seria como una cámara para un fotógrafo, tenerlas mientras caminamos por la calle o viajamos, nos alienta a estar atentos a la escucha. Nos convertimos en cazadores al igual que los fotógrafos. Pero tampoco debemos abusar del acceso a la tecnología ya que para escuchar necesitamos solo de nuestros oídos.

Tal cual lo puede hacer un artista sonoro, por qué no también los Djs convertirnos en un creador sónico, capaz de proponer nuevos paradigmas de escucha. Todos somos artistas en potencia, y lo único que necesitamos para aceptar esta condición es concientizarlo y desarrollarlo.

“La mejor manera de comprender lo que quiero decir por diseño acusótico es contemplar el paisaje sonoro del mundo como una gran composición musical, desdoblándose alrededor de nosotros incesantemente. Somos simultáneamente su audiencia, sus ejecutantes y sus compositores” Murray Schafer.

“Abrir los oídos” ha sido un tema recurrente y necesario originariamente en la música desde los inicios del siglo XX, cuya influencia en el arte sonoro fue sustancial. Cambiar la concepción del medio fue interés recurrente en la música, ya sea porque parecía necesario promulgar conciencia, porque sería necesario para apreciar las obras u otras razones.

Por qué no, entonces? desde la “comunidad” de los Djs y/o productores, verlo como un compromiso con la percepción y el desarrollo de la escucha en el público.

Por qué no, entonces mostrar una conexión más afectiva, práctica e intrínseca del arte de las mezclas y el sonido con la sensibilización auditiva de sus espectadores, el cual pudiera manifestarse de manera óptima en espacios públicos.

No obstante, suena ilusorio pero interesante el que el arte sonoro sea una ayuda para la sensibilización auditiva considerando tantas disciplinas masivas que tenemos hoy en día, como el net.art o la música electrónica, que atraen a un público extenso y heterogéneo, quizás no acostumbrados a “escuchar”. Además, el acceso tecnológico ha cambiado drásticamente la manera en que la gente se relaciona con el sonido. Las habilidades de reproducir, registrar, manipular y crear sonidos están en manos de todos a través de los computadores.

¿Será entonces necesario estar más consciente del sonido, considerando la cantidad de estímulos y ruido interno como externo de la vida moderna?

Quizás debamos reflexionar sobre la posibilidad de generar conciencia sobre el medio a un nivel popular.

“Cuando te haces consciente de qué es lo que “están haciendo contigo” estás en condiciones de reflexionar y formular tu propio interés. Así te haces consciente de dónde estás y puedes manejar determinantemente tu entorno, lo cual es fundamental para determinar la propia vida.
En forma práctica, es estar consciente de cómo funcionan los mecanismos de percepción que te dan la posibilidad de decidir qué aceptar y qué no” Krause.R

Cada quién decide qué camino seguir, de acuerdo a sus propios intereses. Mas, si el decidir el camino de ser Dj y sumergirnos en el arte de las mezclas ya es mundo de aprendizaje sin fin, el empaparse de otras áreas como el arte sonoro y la escucha es un mundo de satisfacciones posibles que no deberíamos negarnos.

Una vez que empiezas como Dj, el verdadero trabajo está tras el escenario, devorando interminables listas de misiva, el acopio de los conocimientos necesarios suponen un trabajo de jornada completa. El Dj controla la energía de la gente, es el foco emisor de la música, toda la fuerza emocional, el impacto lírico y espiritual de las canciones viene reflejado de vuelta, empero nuestro estado de ánimo.

El Dj ha sido el principal difusor de la música en los últimos cincuenta años, el estatus de marca se sumó rápidamente al poder emocional que el Dj siempre ha tenido sobre los que bailan su música. Y si quieres ser bueno, hay que hacerlo porque amas la música y quieres compartirla, sino simplemente serás una máquina de reproducción de discos.

Muchos jóvenes piensan que sólo es cuestión de habilidades técnicas y de tener acceso los temas de moda, las motivaciones genuinas se olvidan muy frecuentemente. Otra obsesión mal entendida es creer que solo se trata de las mezclas, no basta con poseer habilidades técnicas impresionantes si se transformará en algo mecánico. Y siguiendo con las metáforas de fotografía, es como si un fotógrafo dedicara tanto tiempo a determinar la apertura y los tiempos de exposición que luego olvidara mirar a través del lente.

No sabemos exactamente qué se necesita para ser un gran Dj, probablemente los buenos poseen un sentido estético muy desarrollado, gran sentido del ritmo, capacidad para identificar tonos, memoria musical y por supuesto un gran amor por la música.

Veamos cómo hoy en día la música electrónica y el arte sonoro se abren camino , l@s Djs pueden ser un agente creador en un proceso creativo de re-ensamblaje sonoro.

 Claudia Britania 

 Pyramid – Cole´s Memories (Final Movie Film We Are Your   Friends).

https://www.youtube.com/watch?v=BZ2obKR8yOo

LUNES DE SILENCIO: LUNES DE CARNAVAL por Gabriela Infantes Alcalá

LUNES DE SILENCIO: LUNES DE CARNAVAL

Antecedentes

El silencio del lunes que llega a la ciudad de Oruro después del extremadamente sonoro fin de semana de Carnaval, es ciertamente sobrecogedor. Alrededor de setecientas mil personas de todo el mundo que arriban a pasar estos días festivos, abandonan este día la ciudad que habitualmente cuenta con doscientos sesenta y cuatro mil setecientos habitantes.

Cinco meses de contantes ensayos de todos los grupos participantes, alrededor de cincuenta, en las calles de la ciudad, con bandas de hasta trescientos músicos, culminan con una majestuosa entrada de sábado y domingo. La ciudad entera vive para estos días, y en base a este evento se estructura la vida de la mayor parte de sus habitantes.

Mi relación estrecha con la ciudad de Oruro me permite entender las emociones que se sienten en función a un acontecimiento tan importante como es el Carnaval, las sensaciones en torno a la música y las danzas, y la ansiedad que generan los preparativos (música, vestimenta, coreografías, entrenamiento físico, comercio de todo tipo, encuentros personales, etc.). Gran cantidad de energía humana empieza a concentrarse a fines de octubre, incrementándose hasta desembocar en una verdadera explosión de emociones, sensaciones, sentimientos, desgaste físico, económico, música, fiesta, colores, y todo lo que conlleva una gran fiesta que tiene arraigos tradicionales, recuerdos, historias familiares, linajes de bailarines, linajes de músicos y mucho más.

El Lunes todo ha terminado, todos regresan a sus lugares, todos vuelven a sus roles habituales, la ciudad está en silencio, ya no hay bandas, o muy pocas, las que se niegan a que el carnaval termine, pero en general un silencio intenso se siente en la ciudad, señal de que este día también todo está volviendo a comenzar.

Pregunta de investigación

¿Es posible determinar a partir del concepto de Cage, de una estructura temporal como una partitura de silencio que puede ser llenada en forma aleatoria pero ordenada, la existencia de una estructura temporal de este tipo sobre la que un fenómeno esencialmente musical/sonoro (el Carnaval de Oruro) marca el ritmo de vida de la ciudad con meses cargados de sonidos y otros llenos de» silencio»?

Preguntas secundarias

¿Es posible estructurar una especie de partitura musical utilizando como espacio temporal un año que transcurre entre los carnavales?

¿Cómo se asemeja a una partitura musical un año marcado por un fenómeno como el carnaval?

¿Se pueden identificar espacios temporales de sonidos y silencios en el tiempo, en un lapso de un año?

Objetivo principal

Determinar una partitura temporal de silencios y sonidos en el lapso de un año que trascurre entre los carnavales en la ciudad de Oruro, identificando los meses en los que existen actividades de música y danza en las calles, y los meses en los que la ciudad está en «silencio».

Sin conocimientos musicales muy concretos, intentare plasmar la mayor cantidad de información en la partitura temporal creada, graficando la importancia que le doy al LUNES DE SILENCIO, lunes después de carnaval, que lo identifico como el día con mayor «silencio» en el año.

Para entender este fenómeno, voy a tener conversaciones con personas relacionadas con el tema, para obtener la mayor cantidad de datos e impresiones al respecto.

Argumentación

Para entender la estructura temporal silenciosa de la ciudad de Oruro en un año, como una partitura de silencio susceptible a ser llenada, me baso en la descripción que hace James Pritchett sobre lo que entendía Jhon Cage respecto a las partituras musicales como estructuras temporales y el silencio como un lapso temporal vacío, una estructura que funciona independientemente a los sonidos que se producen en ella.

Hare el ejercicio de dialogar esta forma de entender al silencio como una estructura subyacente, con la Teoría Estructuralista de Levi Strauss, cuyo principio es una estructura invisible que subyace a las culturas.

Problemática

La ciudad de Oruro (Bolivia), es conocida por su carnaval, que se realiza en torno a un calendario de fechas religiosas católicas, cuarenta días antes de la Semana Santa.

Desde el mes de Octubre de cada año, desde hace más de un siglo, los grupos que participan de la Entrada de Carnaval empiezan sus ensayos por las calles de la ciudad. Son cincuenta y dos grupos oficiales y se componen de un máximo de mil doscientas personas cada grupo y cada uno cuenta con cuatro bandas de música, de entre cincuenta y trescient@s music@s. Los componentes de los grupos y las bandas de música son en su mayor parte pobladores orureños, es decir, que de una cantidad de doscientas sesenta y cuatro mil setecientas personas que habitan la ciudad, más de la cuarta parte participa activamente de esta fiesta. Otra cantidad similar de bailarines participantes llega de todas partes del país, y algunos más llegan de diferentes partes del mundo.

De octubre a diciembre los ensayos son semanales. A partir de enero estos comienzan a hacerse con mayor frecuencia, lo que inunda las calles de esta pequeña ciudad con música y baile todas las noches.

Toda esta preparación desemboca en el sábado y el domingo de Carnaval, fecha en que la ciudad cuadruplica su población. Visitantes de todas partes del mundo sobrepasan la capacidad hotelera y las viviendas de los pobladores locales se llenan de visitantes. Son días difícilmente descriptibles por cualquier medio (escrito, visual, audiovisual), pues la vivencia es única: música, bailes, colores, olores, emociones, devoción, excesos en muchos niveles, transformación completa del trafico vial, congestión vehicular, adecuación de los ritmos de vida de la población entera.

De pronto, a las últimas horas del domingo y primeras horas de la mañana del lunes comienza el éxodo de los visitantes y bailarines que llegaron a la ciudad. Las bandas ya no suenan, ya nadie baila en las calles, de a poco el tráfico vuelve a la normalidad, pero son días feriados, así que nada funciona todavía. Algunos se niegan a despedir lo que se ha vivido, todavía se escuchan algunos sonidos por algunos lugares céntricos de la ciudad, algunos disfraces se ven de tanto en tanto, pero la ciudad está en silencio, un silencio cargado de mucho, de emociones, de trabajo silencioso para poner en marcha de nuevo la vida cotidiana, de lluvia (por la época).

Este Lunes de Silencio marca un principio, marca el nuevo ciclo, un otro año que culminara con el siguiente sábado y domingo de Carnaval.

Partitura/estructura Silenciosa Temporal (Anual)

Voy a traducir la actividad de la ciudad de Oruro que estructura su vida cotidiana en función a los carnavales, fechas que estructuran en forma silenciosa (siguiendo a Cage) la vida de los habitantes orureños.

Al ser una ciudad conocida como la Capital del Folklor de Bolivia, en el año tiene algunas otras actividades folclóricas: una entrada Folclórica Estudiantil en septiembre, una Entrada Folclórica Universitaria en octubre, demostraciones en sus fechas aniversario de algunos grupos folclóricos que participan en el Carnaval, al igual que de las bandas, una demostración en conjunto de todas las bandas una semana antes de la Entrada de Carnaval y una Entrada Autóctona en la que participan grupos musicales y danzantes de las poblaciones autóctonas aledañas componentes del Departamento de Oruro el jueves antes de la Entrada de Carnaval de Oruro.

ESTRUCTURA TEMPORAL / PARTITURA DE SILENCIO


*El día de Carnaval es definido en base al calendario festivo católica, contando cuarenta días antes de la Semana Santa. Esta se celebra el primer domingo después de la primera luna llena de la primavera. El 2018 la fecha del comienzo del Carnaval está definida para el 11 de febrero.
*Fechas de aniversarios de bandas y grupos de bailarines (por definir).

Preguntas por resolver

A la vez, este calendario a nivel macro, tiene subdivisiones con fechas más locales, que trascurren en tiempos más cortos.

Todas las fechas importantes son acompañadas con las bandas de música, después de cada cual se vuelve a sentir el silencio que anuncia el comienzo de la espera de cada una de estas fechas al año siguiente.

Después de cada fecha, las bandas entran en silencios profundos, sus componentes a un nivel personal, la adrenalina que baja después de cada presentación.

Todos estos silencios, después de un exceso de emociones y sonidos, también estructuran la vida personal de gran cantidad de los habitantes de la ciudad, que viven a este ritmo.

Las bandas están dentro de un ritmo de sonidos y silencios muy intenso, viajan prácticamente todo el año, de celebración en celebración.

También dentro de la misma Entrada de Carnaval, existe otra estructura temporal que tiene como base los silencios, entre cada conjunto, entre cada banda, entre cada división interna de los grupos.

Gabriela Infantes Alcalá